domingo, 14 de diciembre de 2008

Zapatero no te abandonará a tu suerte

Llevo tiempo sintiendo un cierto vacío en el estómago cada vez que oigo a nuestro Z y demás personajes del gobierno decir sin sonrojarse que no va a abandonar a su suerte a los que sufran las consecuencias de la crisis. Y es que si algo me indigna sobremanera es la desfachatez de nuestros políticos para mentir sin que se les mueva un sólo músculo de la cara. Supongo que tenerlo petrificado ayuda en estos casos.

En la misa de este domingo en la parroquia de San Lorenzo, y no por primera vez, el párroco nos ha advertido de las dificultades que atraviesan algo más de cuarenta familias de la parroquia a las que Cáritas parroquial ayuda económicamente todos los meses a salir adelante. Las cifras aproximadas son que en las colectas mensuales en la citada parroquia, en favor de Cáritas, normalmente el primer domingo de cada mes, se recaudan unos 1.600 Euros (también es interesante saber que la recaudación ha disminuido últimamente) y que las ayudas a esas algo más de cuarenta familias asciende a unos 3.500 Euros. Según el sacerdote se les ayuda a pagar la renta y a resolver las necesidades más elementales y, seguramente que para solventar eventuales prejuicios, añadió que no se trataba de emigrantes, sino de familias gijonesas.
Para quien no sea de Gijón, hay que aclarar que la Parroquia de San Lorenzo está en el centro de la ciudad, no está en un barrio obrero, ni marginal, ni de población excesivamente envejecida. Es más, según dijo, alguna de esas familias lleva a sus hijos al catecismo de la parroquia, es decir, que son parejas jóvenes con niños pequeños.

Si esto ocurre en esta parroquia, ¿qué estará ocurriendo en otras parroquias de barrios más desfavorecidos? Se preguntaba el párroco.
Y esto mismo me pregunto yo. Y también me pregunto, si el próximo año todos coinciden en que será todavía peor, ¿qué ocurrirá el año que viene?.

Por eso, cuando escucho a Z decir que no van a abandonar a las personas a su suerte, ¿qué quiere decir exactamente? ¿que les dará la dirección de la parroquia más cercana? ¿quienes son los que realmente no están abandonando a la gente a su suerte? ¿el gobierno?

Las personas que pierden su trabajo cobran el subsidio por desempleo durante un tiempo, al que tienen derecho legalmente, y después una ayuda familiar que no resuelve las necesidades más elementales de una persona, menos de una familia. Todo eso no es concedido de manera graciable por Zapatero, ni siquiera por el gobierno, es algo a lo que tenemos derecho legalmente. Pero, a partir de ahí, ¿qué están haciendo nuestros gobernantes para no abandonar a esas personas a su suerte? Me gustaría mucho que nos lo explicaran despacito y claramente.

Hasta ahora sabemos que el gobierno ha establecido un plan de ayuda a los bancos porque era necesario generar liquidez, pero como no se atrevieron a establecer mecanismos de control se han encontrado con que los bancos tienen una desconfianza total en el futuro próximo de nuestra economía y siguen sin soltar un duro. ¿Falta de liquidez? Yo diría que exceso de miedo. Las ventas de coches han caído en picado, las de viviendas igualmente y el consumo también ha descendido espectacularmente. ¿Dónde está ese dinero que no se gasta? No todo se explica por el descenso de ingresos de las personas que se han ido al paro. Pues bien, ese dinero está en los bancos y éstos lo mantienen a buen recaudo sin atreverse a prestarlo porque no confían en que se lo vayan a devolver. La morosidad está aumentado rápidamente y no están dispuestos a asumir más riesgos. Y yo no puedo reprocharles nada. Pero lo que sí reprocho es que el gobierno en las dos subastas ya realizadas les haya adjudicado 18.000 millones de Euros. ¿Para qué? ¿A quién benefician? ¿No será que los bancos han ido a las sedes de los partidos con los recibos de los créditos que éstos tienen pendientes?. ¡Bah, seguro que no!

También ha dispuesto nuestro gobierno unos cuantos miles de millones de euros para que los ayuntamientos realicen obras que generarán empleo. Pero, no nos engañemos, empleo temporal, de corto recorrido y para realizar obras que, seguramente, muchas de ellas ni siquiera redundarán en beneficio de los ciudadanos, que somos los que pagamos todo eso. Ya he puesto el ejemplo del ayuntamiento de Gijón, que construirá dos campos de hierba sintética en la Escuela de Fútbol de Mareo, propiedad nominalmente del ayuntamiento, pero de uso exclusivo del Sporting de Gijón. ¿Ése es el mejor destino de nuestro dinero? ¿Cuántas obras como esas se realizarán por toda España?

Lamentable uso de nuestros impuestos. Cada vez más este nuevo despotismo de los partidos sigue con su máxima, falsa por supuesto, de todo para el pueblo pero sin el pueblo. La frase más exacta es todo el dinero del pueblo para lo que nosotros digamos.
Los impuestos siguen como están y subirán, claro, porque con ellos habrá que pagar todo este derroche y con ellos nuestro gobierno gasta cantidades de escándalo en medidas para reactivar la economía que no reactivan nada. Los impuestos municipales también suben muy por encima del IPC (el ayuntamiento de Gijón subirá sólo un 9% el IBI cada año durante los próximos diez años, cuatro veces más que la inflación admitida por el gobierno). El transporte urbano ha subido sus precios cuando los combustibles estaban por las nubes, pero, ahora que han bajado, los precios de los billetes no lo han hecho, ni lo harán.

Pero, tranquilos, que nadie se alarme, si alguien tiene problemas el gobierno, que para eso es socialista, seguirá ayudando a las bancos y a las empresas, y al que lo necesite le dará la dirección del centro de Cáritas más cercano.

Por cierto, la patronal sigue reclamando abaratar el despido para crear empleo. Supongo que pronto pedirán que suban los tipos de interés para que las empresas pidan más créditos, que suban los combustibles para mejorar el transporte o que aumente el impuesto de sociedades para crear más empresas. Son así, es su naturaleza. Creen que la economía de mercado es aquella en la que las empresas reciben toda clase de ayudas y subvenciones y los trabajadores un recurso de usar y tirar. Lo único que les produce cierto desasosiego es que no saben todavía quién comprará sus productos si los trabajadores se van al paro y no tienen dinero. Pero ya pensarán en eso en otro momento, que ahora están totalmente dedicados a sacar sus empresas adelante.

martes, 9 de diciembre de 2008

¿Políticos o forofos?

Publicaba La Nueva España de hace unos días un artículo de D. Iván Álvarez Raja, secretario de organización del PSOE de Gijón, titulado “New Deal”. No era de esperar que D. Iván criticara la labor del gobierno de Zapatero, pero su artículo superaba con creces la postura del militante convencido y contenía todos los ingredientes del forofo más acérrimo.

Decía a raíz del Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo que había
anunciado Zapatero que éste “está marcando la agenda y la iniciativa, no sólo a nivel nacional, sino internacional, entre los gobiernos europeos y americanos, preocupándose no sólo de Wall Street, sino también de main street. Que Obama tome nota.”

Casi nada al aparato. El mundo entero debe mirar asombrado cómo nuestro presidente del gobierno marca la agenda del mundo mundial y diseña los planes que sacarán a la
economía de nuestro planeta del marasmo en el que está sumida.


En el párrafo anterior se atribuía a sí mismo y a otros sin identificar, pues hablaba de “algunos”, que ya habían advertido “hacía ya meses” de que la situación económica mundial no podía ser más que el preludio de
grandes males si no se actuaba con rapidez”.
Lástima que no fuese capaz de convencer a Solbes o al mismo Zapatero de lo que se nos venía encima, y que éstos, hace meses, negaran sistemáticamente las dificultades y afirmaran que nuestra economía estaba mejor preparada que ninguna para salir adelante.


Más adelante decía en su artículo que los cuarenta y ocho millones que le corresponderán al municipio
de Gijón, sumados a los setenta del presupuesto municipal, van a suponer el revulsivo definitivo para este concejo y nos habla de arquitectos, ingenieros, empresas, gabinetes desempleados, en fin, un sin número de personas que
encontrarán su salvavidas en las obras que se acometerán gracias a los dineros que Zapatero tan sabiamente ha sabido poner a disposición de los ayuntamientos.
En sus propias palabras la cosa suena mucho mejor: “Si en el2009 ya estaban previstos más de 70 millones de euros de inversión municipal, toda una cifra récord viendo lo que pasa en otros lares, ahora tendremos otros 50 millones más para traer cuanto antes la recuperación económica que el mercado por sí solo no va a solucionar.”


Y finalizaba su artículo afirmando que “Sin duda, el año 2009 será el año de la recuperación. Lo será con el esfuerzo de todos , y con este nuevo reparto, este New Deal del presidente Zapatero, todos vamos a salir ganando cuando veamos nuevos parques y jardines, calles renovadas, equipamientos deportivos y culturales, nuevas iniciativas empresariales e
industriales, generación de empleo, actividad económica y vertebración de la
ciudad.”
Qué lastima que nadie se hubiera dado cuenta antes de que sólo necesitábamos 8.000 millones de Euros para salir de la crisis y poner a España y a todos sus municipios en la cima del mundo. Por ese precio habría valido la pena haberlo hecho ya el año pasado, o el anterior. Si se hubiera hecho hace cinco años, cuando Zapatero llegó al gobierno, descontada la inflación, nos habrá salido mucho más barato.


Este artículo venía en una de las primeras páginas del periódico y, si yo hubiera sido sensato, tendría que haberme dejado llevar por la euforia que me había contagiado el artículo del Sr. Álvarez Raja y, en lugar de seguir leyendo el periódico, tendría que haber corrido raudo y veloz a celebrar con el resto de mis conciudadanos el advenimiento del nuevo orden mundial liderado por Z. Pero seguí leyendo y lo que más me extrañó fue que los proyectos que se anunciaban con los dineros que Z nos había destinado consistían en un polideportivo, una guardería, se ampliaría el parque de Los Pericones, se harían dos campos de hierba artificial en Mareo (¿en nuestro Mareo? ¿en el que compró el Ayuntamiento al Sporting y donde se debe pagar para entrar a ver hasta un partido de benjamines si no eres socio del Sporting? ¿a ése que utiliza en exclusiva el equipo de nuestros amores sin abonar ni una modesta y simbólica
renta? Pues si, parece ser que en ese Mareo, no en la parroquia y para uso y disfrute de todos los gijoneses) y se mejoraría la cubierta de El Molinón.
Y con esto y un bizcocho se terminó la gran inversión del siglo y la nunca vista recuperación económica.


Pero aún seguí leyendo, y se hablaba un día más de la revisión catastral y se recordaba que, salvo errores, que se procurarían subsanar, el IBI sólo debería subir un 9% el próximo año, y así cada año durante diez. Es decir que el IBI, el año próximo, sólo subirá cuatro veces más que la inflación prevista para este año que estamos a punto de finalizar.
Y aún leí más, y llegué a las páginas de economía y en ellas nos decían que Naval Gijón cerraba definitivamente gracias a la maravillosa gestión de PYMAR, que es un ente público destinado a gestionar astilleros en crisis y que, vista la gestión, con Naval Gijón cualquiera desearía que gestionase todas las empresas en crisis de nuestro país. ¡Qué tome nota Obama! para resolver los problemas de General Motors o Ford.


Y todavía más. El otro astillero de nuestra bahía perdía la construcción de varios barcos que se harán en otros astilleros de la empresa. No está de más recordar que este astillero fue privatizado por el gobierno de Zapatero ante el silencio ominoso de nuestros políticos locales y, seguramente, en contra de la opinión del Sr. Álvarez Raja, pues como él afirma en su artículo “(…)era necesario recuperar el papel de lo colectivo frente al imperio falsamente liberal del mercado libre en el que no se premia a los mejores, sino
a los más pillastres (…)”
Su labor contraria a la privatización de este astillero debió de ser tenaz, pero callada, porque aunque debo reconocer que no lo sigo con la devoción que debiera, no recuerdo haber leído ningún artículo suyo en contra de esa medida. ¡Qué raro!


En fin, y para terminar, que las noticias económicas venían, desgraciadamente, a poner las cosas en su sitio.
El pasado treinta de noviembre, el que, a estas alturas, considero ya mi amigo, D. Iván publicaba otro artículo que titulaba con la frase que Clinton dedicó a Bush padre “Es la economía, estúpido”. Pues bien, yo termino parafraseando a Clinton, pero me ahorraré el insulto: ¡es la realidad, Iván!.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Otra vez ETA

Otra vez. Otra persona más asesinada.

Para su familia y amigos no será otra vez, ni una más. Será “la vez” y “la persona”: esposo, padre, tío, amigo.

A los que, como yo, lo vemos de lejos, no nos duele como a ellos. No podemos sentir, por mucho que queramos, lo que puedan sentir ellos.

Yo no soy capaz de entender qué puede sentir por dentro una persona que acaba de perder a su amigo o a su compañero de partida de cada día y continúa con su rutina como si nada.
Esa es la cuestión, “como si nada”. No es que no haya ocurrido nada, sino que
él continúa como si nada hubiera ocurrido.
Estoy seguro de que los daños que ese comportamiento, necesariamente fingido, quizás producto del miedo, produce en lo más hondo de la persona, hiere su alma gravemente.
Los que leemos la noticia como una desgracia más de las tantas que nos cuenta el periódico cada día, no podemos comprender qué puede sentir un habitante de esa localidad que sabe que
entre sus vecinos, quizás uno de su escalera, está el que ha facilitado fotografías, hábitos y todos los datos necesarios para los que debían cometer el asesinato.
No podemos entender que el lugar más representativo de la localidad esté ocupado por una persona que permanece impasible ante la muerte violenta de un convecino. Pero podemos entender menos que haya podido tener votos suficientes, primero, para salir elegido concejal y luego para ser votado como alcalde.
¿Quién pude entender que en el siglo XXI se mate a una persona porque su empresa está construyendo una vía férrea?
¿Cómo es posible que alguien acabe con la vida de una persona porque piensa distinto?
¿Cómo puede ser que después de cuarenta años de terrorismo aún veamos cómo algunos muestran su estupor porque la víctima era “de aquí de toda la vida”?
Los que estamos lejos no podemos entenderlo.
Pero, ¿cómo es posible que lo entiendan, justifiquen y apoyen tantos que están tan cerca?
Mientras tanto, en la capital del reino, en una universidad, un grupo de alumnos llamaba fascista a un exministro. Por supuesto, no tuvieron un instante para condenar el asesinato de un compatriota cuatrocientos kilómetros más al norte, supongo que estaban muy ocupados felicitándose por su gran hazaña de la mañana. Quizás les parece más cómodo gritar fascista y montar un numerito vestidos de naranja, sabiendo como saben con toda seguridad que no les va a suponer ni el más mínimo inconveniente, que salir dando la cara para afear la conducta de una banda de asesinos. Son capaces de compadecer a los presos de Guantánamo, pero incapaces de conmoverse con el sufrimiento y la muerte de un compatriota. ¡Qué extraña sensibilidad la de algunos! Quizás piensen que los que matan a otras personas son demócratas de pata negra.

Lo malo de todo eso, es que todos esos estudiantes no actúan así de manera espontánea, sino que son los “cachorros” de organizaciones políticas, muchas de las cuales tienen representación parlamentaria y se presentan ante la sociedad como partidos democráticos sin tacha. Todas esas algaradas que se montan en las universidades para agredir a unos y escuchar respetuosos y embelesados a otros, están perfectamente organizadas y entran dentro de la actividad “política” habitual de grupos radicales extremistas y no tan extremistas, antisistema y no tan antisistema, que se dedican a alimentar a la bestia que seguramente un buen día intentará, una vez más, devorarnos a todos.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Zapatero descree del intervencionismo

Ante la crisis que arrecia y que nadie sabe explicar, los gobiernos toman medidas que consisten, casi exclusivamente, en destinar miles de millones de euros para ayudar a los bancos y a las empresas de algunos sectores. Da pavor ver con que alegría se anuncian esas medidas y nadie explica por qué, si el año pasado o hace dos años se hablaba de aumentar las pensiones o el salario mínimo interprofesional, enseguida todos nos explicaban que eso no se podía hacer, porque que si los recursos son limitados, que si subía la inflación, que si no se podían subir los impuestos y bla, bla, bla. Sin embargo ahora parece que todo eso ya no importa y se pueden destinar miles de millones de euros para dinamizar la economía. Dicen. Y yo digo, ¿por qué ese dinero que se da a los bancos no se nos da a nosotros?. Si es para animar el consumo nosotros hemos demostrado que sabemos consumir muy bien, quiero decir, mucho, y seguro que, sobre todo en estas fechas navideñas, sabríamos gastarlo todo bien alegremente.

No soy capaz de entender por qué se da dinero a los bancos para que tengan liquidez (¡pobres!) y nos lo puedan prestar con sus buenos intereses, y no nos lo dan a nosotros para que lo gastemos directamente. O, ya puestos, podría prestárnoslo el estado y pagarle a él los intereses, en lugar de hacerlo a los bancos.

Bueno, ya sé que todo esto que digo deben de ser grandes tonterías, porque los sesudos hombres que nos gobiernan y los no menos sesudos empresarios que han sabido llevar a sus grandes empresas al borde de la catástrofe están todos de acuerdo en que esto es lo que hay que hacer y que aún se necesitan más ayudas y más dinero para que toda esta maquinaria siga funcionando, porque si no ¿a dónde iremos a parar? o mejor dicho, porque si no todos pararemos e iremos derechitos a las listas del paro. Y claro, como las empresas no quieren vernos en tan penosa situación le piden dinero al gobierno para poder mantener sus empresas funcionando y conservar así nuestros puestos de trabajo. Que ellos son muy buenos y lo hacen por eso y no por otros motivos. Ya se sabe que los empresarios sólo quieren crear riqueza... no, no para ellos, ¡como sois!, quieren crear riqueza para el país; ¡si ellos son muy austeros y se conforman con cualquier cosa!

Y está muy bien, ¡qué caramba! El estado nos exprime a base de impuestos, que destinará a las empresas y bancos para mantener este bonito sistema de libre mercado (ja, ja). Las empresas y los bancos a cambio nos mantienen en nuestros puestos de trabajo (no a todos, ya se sabe, que la empresas no son centros de caridad y están para ganar dinero) para que podamos, con nuestro salario, comprar los productos que fabrican, pagar los préstamos que necesitamos para comprarlos, que con el salario no se puede comprar todo sin endeudarse, y pagar los impuestos que sean necesarios para que esas empresas y esos bancos puedan seguir funcionando y ganando dinero, claro, que las empresas están para ganar dinero. Si lo ganan porque las cosas van bien, pues eso, y si no lo ganan porque las cosas van mal, pues para eso estamos nosotros, porque las empresas no son instituciones benéficas, pero nosotros sí que somos personas caritativas que ayudamos a las empresas a salir adelante.

Y si una empresa rusa, por ejemplo, Lukoil, quiere hacerse con nuestra principal petrolera, digamos que Repsol, ¿tendría que hacer algo el gobierno para evitarlo y que siga siendo española? No, no y no. Porque nuestro presidente Z descree del intervencionismo (ja, ja, ja).

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Crucifijos

La sentencia de un juzgado de Valladolid dando la razón al padre de una alumna, que pedía que se retirasen los crucifijos de las aulas de un colegio público, ha vuelto a traer a la actualidad un tema que es recurrente y que se reproduce con especial intensidad en las fechas prenavideñas.

Cada año asistimos a variadas controversias en diferentes ciudades por que algunos padres no quieren que se pongan belenes en los colegios, que se celebren concursos de villacincos, etc.

Todos estos actos son propios de nuestra cultura bimilenaria, pero en virtud de que nuestro estado es aconfesional se quiere impedir que los símbolos religiosos, aunque sería más exacto decir cristianos, desaparezcan por completo de los lugares públicos. Nadie se toma la molestia en conocer la opinión de la mayoría y se va imponiendo poco a poco la de una minoría que parece sentir una especial aversión por todo lo que recuerde a la religión cristiana.

Aún queda mucho camino por recorrer, pero poco a poco se va caminando. El principal sindicato de la enseñanza de Asturias ya ha pedido que, además de quitar los crucifijos de las aulas, se cambien los nombres de los colegios que lo tengan religioso, que no se pongan carteles como los de las campañas del Domund o que no se peguen en las aulas los posters que elaboran los alumnos de religión.

Pero, insisto, todavía queda mucho por hacer y me parece bien que se empiece por los colegios; al fin y a la postre, una vez que de ellos ha huido en gran medida la cultura, la educación y la disciplina al tiempo que se han llenado de un buen puñado de funcionarios que se dedican a la enseñanza con la misma vocación y entrega que podrían dedicarse a contar los gamusinos que habitan las charcas de nuestro país, pues desalojar cualquier cosa que recuerde vagamente a una religión que tiene como norma fundamental la entrega a los demás parece bastante lógico, pues los crucifijos vienen a ser como la soga en la casa del ahorcado.

Supongo que pronto alguien pedirá que la Cruz Roja ya no se llame así o reclamará que dejen de pintarse cruces rojas en los botiquines. Habrá personas que exijan que no se interprete música religiosa en ningún lugar público y espero que dejen para lo último la mutilación de los monumentos religiosos de los que será preciso eliminar cualquier símbolo u ornamento religioso, al menos de sus fachadas, para no molestar a los transeúntes.


Ayer en una tertulia una persona que tengo por moderada, y que me consta que lo es, ante el comentario de que el crucifijo no ofendía a nadie argüía que a los musulmanes sí, y parecía no darse cuenta de que el problema no es del crucifijo ni de la persona que lo muestra, sino del que se siente ofendido.

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿No desea Aznar que el PP gane las elecciones?

Hace tiempo que sospecho que Aznar no desea que el PP gane las
elecciones y mis sospechas se afianzan cada vez más. Es el único motivo
que encuentro para que siempre esté dispuesto a perjudicar seriamente a
los dirigentes de su partido y, por tanto, entorpecer las posibilidades de
que puedan ganar las elecciones.


Es cierto que comenzó a causar daños a las posibilidades de su partido
cuando aún era presidente del gobierno, daños que muchos veíamos y que,
a la postre, se mostraron insuperables.


La soberbia y arrogancia de su último mandato fueron de por sí muy perjudiciales, pero resultaron letales cuando le impidieron ver que no podía
tomar decisiones en contra de una gran parte de los ciudadanos.
Aparecer con su amigo Bush hablando con acento tejano era algo
realmente bochornoso, pero salir en primera fila en una foto de las
Azores, en la que no pintábamos nada y que no tenía relevancia alguna
para lo que fuera a ocurrir finalmente, fue un error que sólo su
vanidad le podía impedir medir los efectos que causaría.


¿Sigue siendo vanidad lo que le impulsa a fustigar duramente a la
dirección de su partido, cuando el máximo responsable fue designado
por él mismo?


Durante la legislatura pasada yo creía que el rencor por cómo transcurrieron los últimos días de su gobierno le impedía moderar
un discurso que a todas luces perjudicaba los intereses de su partido.
Yo pensaba que su soberbia le impedía reconocer los grandes errores de
su última legislatura a pesar de que la magnitud de los mismos, pero,
sobre todo, sus devastadores efectos estaban claramente a la vista de
todos.


Sin embargo, el problema de ahora es digno de analizar por un
profesional de la psicología. Está estudiada la etapa en la
que el niño pasa a ser adolescente y debe "matar" al padre como parte del
proceso de su propia afirmación personal, pero no conozco que se haya estudiado el caso del padre que, cuando está pasando a ser
abuelo, necesite "matar" al hijo para reafirmarse y no tener que hacer un análisis crítico de su pasado. Es
posible que exista este caso, pero mis conocimientos de la
materia son muy pobres.

Aunque quizás todo se reduzca a que Aznar desee ser un "primus inter pares" siendo el único que fue capaz de llevar a un partido de derechas al gobierno de España. Quizás quiera asegurarse de esta manera que no va a ser arrasado por el viento de la historia.

Pero también es posible que todo sea mucho más prosaico y por eso olvidó hablar de la venta de Repsol a una empresa rusa, mientras atacaba duramente a su propio partido.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Los astilleros de Gijón

Los astilleros de Gijón vuelven a la actualidad, la negra actualidad de los neumáticos ardiendo y las movilizaciones. Desde hace veinticinco años esta es la triste historia de la construcción naval en Gijón. Pero antes de que desaparezca por completo esta industria de nuestra ciudad, no estaría de más que alguien nos explicase algunas cosas.

Por qué en los últimos años se ha continuado con unos astilleros en reconversión y reduciendo plantilla, cuando la construcción naval ha vivido unos años dorados. La demanda ha saturado los astilleros asiáticos que ya no han podido comprometerse a construir en el tiempo que los armadores querían y los astilleros de Europa se han ido llenando de trabajo porque el plazo de entrega era prioritario al coste de construcción. Sin embargo aquí hemos seguido sin enterarnos.

Por qué los sindicatos han sacrificado la continuidad de los astilleros a la consecución de unas buenas condiciones de prejubilación para los trabajadores. Los lunes al sol se han ido convirtiendo en los martes y en los demás días de la semana. Y los hijos de esos trabajadores han tenido que buscar trabajo de camareros o irse de Asturias o las dos cosas.

Por qué la administración ha seguido dando dinero para prejubilaciones a unas empresas que podían ser viables, como viables han sido otros astilleros de la región y de otras regiones que también sufrieron las reconversiones de los años ochenta, pero supieron sobrevivir.

Por qué los alcaldes de Gijón (antes Areces y ahora Paz Fernández Felgueroso) decía que apoyaban la continuidad de la construcción naval en Gijón mientras iban rodeando a los astilleros de construcciones residenciales de lujo y de playas.

Por qué en otras regiones, con gobiernos del mismo partido que aquí o con otros distintos han sabido gestionar mejor sus crisis y salvar sus astilleros.

Por qué oímos tantas veces a los sindicatos hablar el mismo lenguaje que a la patronal (macroeconomía, demanda, oferta, coyuntura, etc.) y en cambio nunca oímos a la patronal hablar el lenguaje de los trabajadores (paro, precariedad, escasez, necesidad...).

Ya hablé más arriba de "Los lunes al sol". esta película estaba inspirada en los astilleros de Gijón y en las movilizaciones de sus trabajadores, pero los productores no encontraron ayuda en las administraciones de Asturias y se fueron a rodad a Vigo, donde les dieron todo tipo de facilidades. Curiosamente, en Vigo continúan trabajando los astilleros mientras aquí agonizan desahuciados.

sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Por qué no se prohibe la tenencia de perros peligrosos?

Pues eso. ¿Por qué no se prohiben los perros de las razas clasificadas como peligrosas? Cada cierto tiempo saltan a las noticas casos de niños o personas mayores atacados brutalmente por perros considerados peligrosos. La ley dice que esos perros no deben ir sueltos, que deben llevar bozal y que su dueño debe tener un seguro de responsabilidad civil que se haga cargo de los daños que puedan causar a terceros. ¿Por qué?

No se permite tener armas a todo el mundo, es necesario tener licencia. No se permite fumar en muchos lugares públicos. Te obligan a llevar puesto el cinturón de seguriad cuando vas conduciendo. Sin embargo se permite a cualquiera tener un animal peligroso con tres exigencias que son de risa. ¿Alguien se imagina que pudiéramos llevar una pantera o un tigre paseando por la calle con las mismas condiciones que para llevar a un perro peligroso? Sería absurdo, ¿verdad? Pues así estamos, por razones que no alcanzo a entender. Son animales innecesarios, improductivos y no encuentro ninguna razón para que no estén prohibidos.

¿Cuántos más daños han de causar?

domingo, 9 de noviembre de 2008

España, octava potencia económica del mundo

Salió de casa como cada mañana bien arreglada para dar un pequeño paseo y comprar lo imprescindible para la comida de ese día. A sus ochenta y un años caminaba todavía erguida y sin renunciar por completo a los tacones en sus zapatos. La vejez, pensaba, no está reñida con la elegancia, aunque en su caso sí parecía estarlo con el dinero y por eso el abrigo que llevaba estaba mucho más gastado de lo que le gustaría.

Daría un corto paseo por el parque del barrio aprovechando que a esas horas estaría lleno de viejos, huía siempre de eufemismos para referirse a las personas de sus edad, y por tanto sin los peligros que para ella suponían los chicos con sus juegos, sus balones y sus bicicletas.
Antes de salir de casa había contado el dinero que le quedaba para terminar el mes, aunque no era necesario, porque ya lo había hecho la noche anterior. Había vuelto a dividir la cantidad entre los días que faltaban y volvió a preguntarse cómo se las arreglaría para comer cada día con esa cantidad.

Sabía que los últimos días tendría que retrasar la comida hasta casi la hora de la cena, acostarse temprano sin esta última comida e intentar dormir con la única ayuda del transistor, si las pilas aguantaban, porque no podía incrementar más la factura de la luz poniendo la televisión más de dos o tres horas al día, algo que, en invierno, reservaba para las largas y tediosas tardes.

De regreso a casa entraría al supermercado y compraría algo más de la que podía permitirse, si tenía suerte, en la caja estaría aquella chica tan joven y callada que siempre, siempre, se olvidaba de cobrarle algún artículo. Ella sentía cada vez una gran vergüenza y le habría gustado decirle cuánto le agradecía ese gesto callado y sencillo, pero ni ella se atrevía, ni la chica le daba la oportunidad, pues apenas levantaba los ojos cuando le entregaba el ticket con el cambio y ya enseguida estaba pasando los artículos de la siguiente persona o se escabullía a seguir colocando productos en el interior de la tienda.

Antes de regresar a casa entraría en la iglesia, rezaría por aquella chica que la ayudaba calladamente y agradecería a Dios que la hubiese puesto en aquel lugar para echarle una mano, aunque en ocasiones le reprochaba que era lo menos que podía hacer ya que se había empeñado en llevarse con Él a su marido hacía más de treinta años y después quiso que su hijo encontrara trabajo muy lejos de allí y tuviese una frágil memoria que le había hecho olvidarse de ella hacía ya mucho tiempo.

Entró en el portal, subió lentamente las escaleras hasta el segundo piso y entró en su casa. Dejó la compra en la cocina y fue a sentarse a la pequeña y apenas amueblada salita. Los muebles habían sido los primeros en saber de sus dificultades con el dinero. Sin quitarse el abrigo, porque la temperatura de la casa no recomendaba tantas comodidades, se sentó al lado de la ventana para ojear el periódico gratuito sin tener que encender la bombilla que colgaba tristemente del techo.

Lo desdobló con cuidado y leyó la portada que, a toda página, proclamaba "España, octava economía del mundo, estará en la conferencia mundial".
Echó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos y dejó caer el periódico descuidadamente a su lado.

sábado, 8 de noviembre de 2008

España, octava potencia económica del mundo mundial

Todo el mundo en nuestro país está de acuerdo en que somos la octava economía mundial y que por eso debemos estar en la cumbre que se celebrará en USA para refundar el capitalismo (ahí es nada).

Y parece que finalmente vamos a estar presentes. Nos sentaremos en la silla cedida por Francia, Zapatero se codeará y fotografiará con los líderes del G8 y del G20 y todos nos felicitaremos porque somos la bomba.

Ya no seremos sólo el mejor país del mundo, dónde mejor se vive y dónde a todo el mundo le gustaría vivir, aunque de momento parece que sólo lo saben los pobres del tercer mundo, porque los ricos (ya se sabe que los ricos son siempre unos ignorantes) siguen prefiriendo la Costa Azul, Suiza, Bahamas... ¡Ellos se lo pierden!

La octava potencia económica del mundo, por boca del presidente Zapatero, tendrá ocasión de explicar a unos atribulados líderes mundiales cómo se pueden tener casi tres millones de parados y unas previsiones de tres y medio para el año que viene. En esto somo los primeros, nada de octavos, así que algo podremos aportar.
También les podremos explicar cómo hemos conseguido tener el mayor déficit de balanza comercial, creo que también en eso somos los primeros.

Asombraremos al mundo cuando expliquemos que nuestra dependencia energética del exterior es completa. O cómo dentro de unos meses la banda terroristas ETA cumplirá cincuenta años de existencia gozando de una estupenda salud. Pero lo que será de traca y provocará el estupor de todos los presentes será cuando nuestro insigne presidente del gobierno explique a los presentes cómo en la octava potencia económica del mundo hay viudas que sobreviven con pensiones de cuatrocientos Euros al mes.

Aquí, en este hermoso país, millones de parados, cientos de miles de viudas con pensiones de miseria y más de ocho millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza quizás no puedan asombrarse al saber que estamos sentados entre los más grandes de entre los grandes del mundo mundial, porque es muy probable que estén buscándose la vida para llegar a fin de mes o pagar el recibo de la luz.

Lo siento por ellos, ¡quién les manda ser pobres en la octava economía mundial! no podrán disfrutar de este gran triunfo de nuestra nación, que por fin habrá conseguido que se la reconozca en el mundo entero.

En esa conferencia no estarán otros pobres países que no logran brillar a nuestra altura: Bélgica, Suiza, Austria, Holanda, Noruega, Suecia... ¡Qué pena de naciones! ¡Con lo que fueron algún día! Tienen que resignarse ahora a ver cómo la gran España se destaca para asombrar al mundo mundial.

NOTA.- Se recomienda despertar poco a poco de este profundo sueño. Un choque brusco con la realidad puede causar daños cerebrales irreversibles.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Las opiniones de la reina

En nuestra sociedad hay una hipocresía y un fundamentalismo exasperantes.

Se puede opinar de todo, pero siempre que se opine de una determinada manera, en caso contrario las hogueras mediáticas y de determinados grupos de presión están prestas para quemar al hereje.

Si usted expresa sus dudas de que se esté produciendo un cambio climático será objeto de chanza, burla y descalificado de todas las formas posibles y no siempre acordes con el buen gusto, precisamente.

Puede estar usted en contra del aborto, no sé cómo se puede estar a favor, y será calificado de "facha" irredento como poco. Da igual que intente matizar que ser antiabortista no quiere decir necesariamente que se desee que el aborto sea delito y que las mujeres que aborten vayan a la cárcel. No se puede estar a favor de medidas alternativas que hagan que el aborto sea de verdad la última opción posible. No hay nada que hacer, hay que estar a favor del aborto sin condiciones.

Puede usted estar en contra de la discriminación de los homosexuales y ver bien que se puedan casar, pero si se le ocurre decir que no debería llamarse matrimonio, entonces está usted perdido porque eso es un dogma y no admite discusión.

Si expresas sus dudas ante la eutanasia le dirán, como poco, que es usted un sádico que quiere que las personas mueran entre terribles sufrimientos.

Yo recuerdo cuando decíamos que democracia era poder opinar y defender nuestras opiniones libremente. Fue hace mil años, cuando también nos parecía que la reconciliación entre las dos españas, dejar el pasado para la historia y caminar hacia el futuro sin revanchas ni rencores era algo que valía la pena para intentar vivir de una vez por todas en paz, sin que media españa quisiera matar a la otra media.
Pero al fin volvemos dónde siempre.

Lo último han sido unas afirmaciones de la reina. El gobierno ha estado impecable al afirmar que "la reina cumple impecablemente su función". El PP ha dicho lo mismo, aunque ha habido una manifestación discordante de González Pons, quien ha opinado (y tiene derecho a hacerlo) que la reina debería evitar emitir sus opiniones sobre asuntos que dividen a la sociedad. El PSOE ha aprovechado esto para pedir a la dirección del PP que desautorice a González Pons, mientras los medios que defienden al PSOE a capa y espada llevan varios días avivando la hoguera de la reprobación a la reina. Ahí está la gran hipocresía del partido del gobierno, mientras oficialmente apoyan a la reina, permiten (¿o alientan?) a sus medios afines hacer todo lo contrario.

La otra gran hipocresía de este asunto es que los que ahora se escandalizan por lo dicho por la reina, en caso de que sus opiniones fueran las contrarias estarían ahora diciendo que tenemos una reina moderna, sensible y pegada a la realidad social de su país.

Lo dicho, puede usted opinar libremente con la única condición de que opine como yo. En caso contrario, la hoguera.

"Epour, si muove"

lunes, 20 de octubre de 2008

La memoria histórica (valga la redundancia)

La guerra civil española fue terrible, como todas las guerras. La ignorancia, la incultura y la miseria llevaron a aquellas personas a un enfrentamiento brutal y la guerra fue la última y más terrible consecuencia. Fue tan tremendo y produjo un trauma tan grande que setenta años después seguimos sin ser capaces de desprendernos de esa lacra.


Cuarenta años de dictadura perpetuaron el atraso secular de nuestra sociedad. Treinta años de democracia no han sido capaces de salvar la distancia y seguimos en la cola de Europa, por mucho que queramos presumir de desarrollo y por más que nuestros políticos se queden afónicos repitiendo la envidiable posición que hemos alcanzado.


Setenta años mirando al pasado son demasiados años. Demasiados esfuerzos volcados en el pasado que se restan de trabajar por el futuro.


Ya va siendo hora de que nos olvidemos de la década más esterilizadora de nuestra historia. Ya va siendo hora de que dejemos para la historia lo que es historia. Tengamos en cuenta el pasado para no volver a cometer los mismos errores. Y decidamos de una vez por todas caminar hacia adelante sin mirar por el espejo retrovisor más que para ver si podemos adelantar.


Que los que desean recuperar los restos de sus seres queridos tengan todo el apoyo de las administraciones implicadas. Que los que se sienten tranquilos dejando las cosas como están no se sientan violentados ni coaccionados.


Quien ha perdido a un ser querido nunca se verá recompensado, haya estado en el bando que fuera, la muerte iguala a todos en el sufrimiento, el dolor y la ausencia insustituible.


Hubo un tiempo en que fuimos capaces de sentirnos orgullosos de dejar atrás viejos rencores para poder construir un futuro en paz en el que, por fin, no hubiera vencedores, ni vencidos. Sin embargo ahora, treinta años después, reaparecen las ganas de pasar factura, de ajustar cuentas. Son, quizás, una minoría entremezclada entre un buen número de personas de buena fe.


Esperemos que los que de nuevo se empeñan en sembrar odio y rencor, insisto, unos pocos lobos que intentan aprovecharse de la buena fe de los corderos, no consigan arruinar nuestra convivencia.


Somos de los países de nuestro entorno en el que hay mayor consumo de drogas, el que tiene mayor porcentaje de fracaso escolar, en el que hay más víctimas en accidentes de tráfico, el que más muertos tiene en accidentes laborales, el que peores perspectivas tiene ante la terrible crisis que nos azota...


Creo que son retos suficientes para que dediquemos todo nuestro esfuerzo a trabajar por el futuro, sin que el pasado nos reste un ápice de energía; y eso no lo conseguiremos mientras no lo pongamos de una vez para siempre en el lugar que le corresponde: la historia.

lunes, 13 de octubre de 2008

Orwell no andaba nada descaminado

Los políticos no saben resolver nuestros problemas. No saben como atajar esta crisis que amenaza con arruinar el sistema o lo saben pero no se atreven a hacerlo. No saben cómo hacer frente al problema de las pensiones y de la sanidad agravados por el envejecimiento de la población. No saben cómo atajar el problema demográfico de los países occidentales. No saben...


Como no saben resolver los problemas importantes se dedican a legislar asuntos que competen sólo a la privacidad de las personas. Se empeñan en decirnos que no debemos beber, ni fumar, ni comer grasas, ni ir sin el cinturón de seguridad, ni, ni, ni...


Y siguen. Ahora en Cataluña quieren legislar la edad a la que los padres adoptivos deben decirle a su hijo que es adoptado.


En Madrid el alcalde ha decidido prohibir los hombres anuncio, porque, según él atenta a la dignidad de las personas. Como si la dignidad dependiera de llevar un cartel con un anuncio.


Habría que empezar por preguntar a Gallardón qué cree él que es la dignidad.


¿Por qué no ha prohibido que las prostitutas busquen su clientela por las esquinas? Quizás le parece digno el ofrecimiento y venta del propio cuerpo para ganarse la vida.


También podría prohibir los mítines políticos, porque es bastante indigno que los candidatos se dediquen a prometer, micrófono en mano, todo lo que no piensan cumplir ni de lejos si finalmente son elegidos.


¿Y qué tal prohibir al cobrador del frac o al torero de los morosos? ¿Eso sí le parece digno? ¿O quizás pertenece a la libertad de empresa?


Espero que siguiendo la estela de los catalanes también se legisle la edad a la que los padres deben decir a sus hijos que son homosexuales (los padres, no los hijos), o que son drogadictos, o maltratadores o empresarios condenado por acoso laboral. También deberán concretar en qué momento la mujer debe decirle al marido que el hijo que tanto quiere no es suyo. Y por supuesto, deberá especificarse claramente cuándo el marido debe decirle a su mujer que ha tenido una relación extramatrimonial.


La verdad es que los políticos tienen un trabajo inmenso por delante y aunque no resuelvan ni uno solo de los problemas para lo que les pagamos el sueldo sí conseguirán hacernos la vida un poco menos llevadera y mucho más controlada por los poderes públicos, que, en el fondo, es lo que de verdad les gusta.


Y, por favor, que nadie diga que el desfile del 12 de octubre es un coñazo. ¡Por dios! y menos uno de derechas. Ya ha dicho José blanco que Rajoy ha demostrado con ello tener sentimientos de quita y pon. Y no (esto lo digo yo, no José Blanco) como Zapatero o Carme Chacón que han pasado toda su vida pirrándose por ver los desfiles militares.


Pero como Rajoy es demasiado timorato, ha sido incapaz de convocar una rueda de prensa y decir: sí, los desfiles militares me parecen un coñazo, ¿dónde dice que el líder la oposición debe morirse por ver un desfile?


Quizás algún día se legisle también la edad a la que una persona debe dejar constancia de que le aburren mortalmente los desfiles militares. O, mejor aún, es posible que no tardando mucho el alcalde de Madrid los prohiba porque crea que son un atentado a la dignidad.

domingo, 5 de octubre de 2008

PSOE, crisis y dogmas

El Psoe no quiere que el PP hable de determinados asuntos, para lo cual establece verdades absolutas como si de dogmas de fe se tratara.


En la pasada legislatura el PP fue duramente atacado por el PSOE y por el gobierno porque, según ellos, utilizaba el terrorismo para atacar al gobierno, algo que no debería hacer ya que la lucha antiterrorista debería estar fuera de la luchar partidista. Esto era cierto, lo que ya no lo era tanto es que lo que el PP criticaba era que el gobierno negociara con ETA. Entonces se implantó el primer dogma: el gobierno dialoga pero no negocia. Es igual que hubiese multitud de gestos que dejaban bien a las claras que eso no era exactamente así, el gobierno no estaba negociando y cualquier cosa que se dijera, por mucho fundamento que tuviera, era inmediatamente descalificada por tratarse de una actitud desleal y que sólo perseguía aumentar la crispación.


Finalmente la política seguida con ETA fracasó, lamentablemente, y el gobierno volvió a los antiguos postulados de lucha policial sin tregua contra el terrorismo. Aquí se estableció el segundo dogma: el PP ha abandonado la política de la crispación y ha adoptado una postura menos radical que en la pasada legislatura. Como si el gobierno y el PSOE no hubiesen cambiado nada.


Ahora, después de meses negando la crisis inminente y cuando ya no se puede disimular más, porque a nuestra crisis interna se ha unido una tremenda crisis financiera internacional, el PP, según el PSOE y el gobierno, no debe criticar las actuaciones de éste (mejor sería decir, las no actuaciones) ante la situación económica, porque lo único que hace con eso es perjudicar los intereses de España, algo que al PP le trae sin cuidado, según José Blanco, ya que su único interés es desgastar al gobierno sin importarle los daños que cause al país. Aquí se establece el tercer dogma: la situación económica española es buena y saldremos de la crisis rápidamente. Cualquiera que diga que hay que tomar medidas porque de lo contrario la crisis puede ser muy profunda y muy larga, es un antipatriota.


Respecto a la situación de la banca española se acuñó rápidamente el cuarto dogma: la banca española es la más sólida del mundo. No se puede dudar, temer o alertar sobre la posibilidad de que algún banco o caja españoles pueden tener algún problema de solvencia, porque eso es ser alarmista sin tener ningún motivo para ello.


Esta mañana, en la radio amiga, se reían de McCain porque la semana anterior al estallido de la crisis financiera norteamericana había dicho que el sistema era sólido. Las risas supongo que eran porque suponían el total desconocimiento del candidato de la situación real. Aunque no lo sé muy bien, ya que aunque lo hubiese sabido debería haber dicho lo mismo, siguiendo el quinto dogma acuñado por el gobierno de España: hay que ser optimista porque el pesimismo no ha creado ni un solo puesto de trabajo.


Para terminar, una pregunta: si nuestro sistema financiero es el más sólido del mundo, ¿por qué el gobierno se niega a aumentar el importe garantizado para el dinero que tenemos en los bancos, en casos de quiebra? Cuando se pone de ejemplo lo que ha hecho Irlanda, dicen los más aguerridos defensores del gobierno que eso puede hacer que los depósitos salgan de unos países para ir a otros en los que la cuantías garantizadas son mayores. Pero, si temen que eso pueda ocurrir, deberían aumentar la garantía aquí en España, ya que no sólo Irlanda que ha garantizado el cien por cien, sino que Francia, Alemania e Italia, por lo menos, también garantizan cantidades superiores a las españolas y, por otra parte, siendo tan sólido nuestro sistema no habrá riesgo de que ocurra ningún descalabro, así que ¿por qué no aumentar la garantía hasta el cien por cien y beneficiarnos de ese flujo de dinero que vendría a nuestro país atraído por la gran solvencia de nuestro sistema y la garantía total de los depósitos?


Sé de buena tinta que José blanco está trabajando en este asunto y aunque no puedo confirmarlo por completo creo que ya tiene muy avanzado el estudio que demuestra que el verdadero culpable de la crisis financiera internacional es Aznar, quien habría urdido toda esta catástrofe para agudizar aún más la crisis española y perjudicar así los intereses del PSOE y de España (valga la redundancia).

viernes, 26 de septiembre de 2008

Recetas para una crisis

El presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, ha dicho por fin lo que quería dejando de lado los eufemismos: es necesario abaratar el despido. Nada de flexibilizar o modificar el mercado laboral, no, abaratar. Este es el gran verbo de los empresarios españoles, la gran receta, la definitiva: despidamos a los empleados... pero gratis. El estado debe ayudar a las empresas, que lo está pasando muy mal. El gobierno debe abrir un paréntesis en la economía de mercado porque los empresarios estamos a punto de empezar a perder dinero y eso ya empieza a no tener ninguna gracia. Pero los empleados a la calle... y sin un duro, hasta ahí podíamos llegar.


Y digo yo, ¿por qué los sindicatos no piden algo parecido?. Por ejemplo, ya que la gente los está pasando tan mal y el consumo está por los suelos, ¿por qué el estado no nos da dinero en abundancia para que podamos comprar y reanimar la economía? en lugar de dárselo a los empresarios para salvar sus empresas. Si las empresas están tan mal y se van a ir al garete, en buena medida por la falta de previsión de sus propietarios que creían que esto era una fiesta que duraría eternamente; digo que si están tan mal ¿por qué no se queda con ellas el estado, mantiene a los trabajadores en sus puestos para que sigan cobrando y, lo que es más importante, pagando sus hipotecas y consumiendo y gastar el dinero que le piden que emplee en salvarlas lo gaste para salvarlas pero para el estado, no para los empresarios?


Quiero decir que los empresarios quieren que se utilice nuestro dinero (sí, el nuestro, el de nuestros impuestos) en ayudarles a salvar sus empresas y quieren dejarnos en la calle sin pagar un duro. Es decir, que además de cornudos apaleados. Yo lo que propongo es que el estado con ese dinero se quede con las empresas y las reflote para el estado, no para los empresarios. Como paréntesis en la economía de mercado no está nada mal, ¿verdad?


Mientras aquí estamos en eso y nuestros políticos están a lo suyo, en ese país con esa democracia tan pobre que apenas puede llamarse así, según el ideario progre, el gobierno trata de convencer a los congresista (el equivalente a nuestros diputados, perdón por la comparación) para que aprueben su plan de emergencia para afrontar la crisis que asola su sistema financiero. Igualito que aquí, donde el Congreso de Diputados es una pantomima y lo único que sabe hacer nuestro presidente del gobierno es propaganda y repetir machaconamente que nuestra economía no tiene más problemas que los derivados de la crisis internacional.


¡¡¡Socoooooorroooooo!!!

domingo, 21 de septiembre de 2008

Los empresarios y la economía de mercado

Los empresarios de nuestro país son personas con grandes capacidades y que, como se suele decir, ven crecer la hierba. Por eso no han tardado en darse cuenta de que el mercado está muy bien cuando ganan dinero, pero deja de tener atractivo cuando lo pierden. Por esta razón el presidente de la CEOE ha pedido que se abra un paréntesis en la economía de mercado porque, dice, se corre el riesgo de que las empresas se desmoronen una tras otra.


Seguramente tiene razón y ocurriría eso, pero yo no le he oído decir nada de qué harían los empresarios con todo el dinero que han ganado en los último, digamos, diez años.


Siempre nos habían dicho que los empresarios debían ganar dinero porque arriesgaban el suyo, pero ahora parece que ya no es así y quieren ganar dinero, pero no perderlo. Lógico, a nadie le gusta perder su dinero, pero entonces se quiebra el modelo que decían defender.


Pongamos un paréntisis dice el presidente de la CEOE. Que intervengan las instituciones y que flexibilicen el mercado laboral, ha dicho el president de la Cámara de Comercio de Gijón. La situación es grave. Cierto. Pero puestos a pedir, porque no piden que el estado se haga cargo de todas las empresas y les ingresen unos buenos millones todos los años en su cuentas corrientes. Total, bien se lo merecen, son unos grandes empresarios acostumbrados a ganar mucho dinero, pero reacios a perderlo cuando pintan bastos. ¡Pobres!


¡Que no se preocupen! Los trabajadores estarán encantados de pagar con sus impuestos la salvación de sus empresas, con tal de seguir trabajando. Ya se sabe que eso del trabajo es un vicio terrible y los trabajadores son incapaces de vivir sin él. Y cuando estén salvadas que no se molesten en volver a dirigirlas, les pagaremos para que se queden en sus casas y sigan acudiendo a sus reuniones, navegando en sus yates y dándonos un día sí y otro también sus recetas económicas.


Ya sabemos que esas recetas son incomestibles, que saben mucho de economía pero que sus empresas se ponen al borde del abismo a la primera de cambio, sin que hayan podido barruntar ni de lejos lo que se les venía encima. ¡Que más da! Son empresarios: deben ganar dinero y ser millonarios. Para eso están en este mundo, para que el resto de los mortales los veamos en sus coches de lujo y en sus fiestas deslumbrantes. ¿Perder dinero? ¿Arruinarse cuando los negocios van mal? ¡Hasta ahí podíamos llegar! Lo que debe hacer el gobierno es intervenir para salvar las empresas y flexibilizar el mercado laboral para que se pueda despedir a los trabajores gratis (pagando ya se puede hacer ahora), porque éstos sí que pueden arruinarse si sus empresas van mal. Los trabajadores sí que pueden quedarse en paro y perder todo lo que tienen. Pero ya se sabe, son trabajadores. Es decir, existen porque no queda otro remedio. ¡Qué pena! piensan nuestros empresarios, que las empresas necesiten trabajadores, con lo felices que podrían ser si no necesitaran a esas personas tan desagradables empeñadas en comer tres veces al día, vivir con cierta comodidad y querer ganar un poquito más todos los años, lo justo para poder seguir pagando la hipoteca y el recibo de la luz. Bueno, últimamente se van algún que otro año de vacaciones y hasta llevan a sus hijos a la universidad. ¡No sé a dónde vamos a llegar!


Y los empresarios, entre tanto, desviviéndose por el bien común y por hacer un país más próspero. ¿No se merecen un pequeño paréntesis en la economía de mercado? Se merecen algo más. Se merecen todo un corchete.


¡Qué rico es nuestro idioma! Dice la acepción sexta del diccionario de la RAE que corchete es "Ministro inferior de justicia encargado de prender a los delincuentes".


Nota bene: si alguien tiene noticias de los sindicatos de clase, por favor que lo haga saber. Se gratificará.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Patetismo nacional

La estrategia del gobierno y del PSOE, valga la redundancia, ante la crisis consiste en repetir machaconamente varios argumentos. El primero es el de nosotros no hemos sido, la culpa de la crisis es de EEUU (¡vaya suerte! poder echarle más culpas al imperio). El segundo es que hay que ser optimista porque el pesimismo es malo y crea desconfianza. Y el tercero es que el PP, con sus críticas al gobierno, es pesimista, crea desconfianza en la economía española y perjudica a todos los españoles con su actitud alarmista y derrotista.


Entre tanto la economía española se deteriora, la patronal calla porque espera las ayudas del gobierno si los problemas aumentan, porque nuestros empresarios son muy liberales y confían mucho en el mercado, pero confían más en las subvenciones y en las ayudas de la administración. Los sindicatos que ven cómo aumentan las listas del paro y cómo las previsiones del gobierno se incumplen una tras otra dicen confiar en las medidas anunciadas por Zapatero. ¿Qué dirán cuando las cifras del paro de los próximos meses continúen imparables al alza?


y querer tener siempre la Al menos ahora se han vueltos implacables con los terroristas y su entorno y, como ya no hay tregua, han decidido no dar cuartel a los que les apoyan. Pero con eso sólo dan argumentos a la izquierda abertzle y a los abertzale no tan de izquierdas. No se puede actuar por oportunismo político y querer tener siempre razón. O lo hacían bien entonces o lo hacen bien ahora. Las dos a la vez no puede ser.


Pero Zapatero es un artista del fingimiento y puede decir en Rodiezmo, ante sus bases, que no ayudará a las empresas, porque a quien va a ayudar es a las personas que tienen dificultades por culpa de la crisis y a los pocos días decir en el Congreso que el ICO está haciendo todo lo posible por solventar las dificultades de financiación de las empresas.


Hace cuatro días decía que era extraordinario tener superávit en las cuentas públicas y que éramos los mejores y dos días más tarde nos dice la suerte que tenemos de que podemos endeudarnos para seguir adelante. Es como si a una familia le dijeran que está fenomenal porque tiene dinero ahorrado en el banco y tres meses más tarde le dijeran que está fenomenal porque sólo tiene deudas. Así es Zapatero.


Y el PP es tan torpe que todavía no ha sabido explicar a nadie que cuando pide que el gobierno disminuya los gastos no debe bajar las pensiones, ni las ayudas sociales, ni nada parecido, que lo que debe reducir son los asesores que proliferan como hongos, los coches oficiales, las tarjetas VISA de los altos cargos y un sinfín de cuantiosos gastos improductivos que eran dificilmente explicables en los buenos tiempo, pero que son sencillamente escandalosos cuando pintan bastos.


En fin, todo tremendamente patético.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La poca calidad democrática del gobierno de Zapatero

Zapatero prometió en Rodiezmo venir a Asturias para comprobar la marcha de las obras públicas. Y cumplió su promesa. Lo que no hizo, al igual que su Ministra de Fomento en la anterior legislatura y en la actual, fue dar plazos para la finalización del AVE o de la Autovía del Cantábrico. Si no hay plazos no hay incumplimientos.

Pero si no hay compromisos claros, tampoco hay confianza de los ciudadanos en su gobernantes.

Areces, nuestro presidente que tanto se quejaba de la falta de lealtad institucional entre las administraciones cuando gobernaba el PP, parece encontrarse ahora encantado en este limbo de la indefinición en cuanto a los plazos de nuestras grandes obras. ¿Que les dirá a los empresarios que se plantean invertir en nuestra región? Les dirá como Zapatero que las obras estarán terminadas "en tiempo". No dijo "a tiempo", no, dijo "en tiempo". ¿Qué habrá querido decir? Una persona como él que maltrata a diario tanto al diccionario como a la fonética puede haber querido decir cualquier cosa, pero lo que no ha querido fue asumir ningún compromiso con esta región, ni con sus votantes.

La diferencia entre un gobierno democrático y otro que no lo es, no es sólo el haber salido elegido de unas votaciones libres, sino que depende también de que trate a las personas como ciudadanos y no como súbditos.
Un gobierno como el de Zapatero que trata a los ciudadanos como si fuéramos menores de edad, a los que hay que engañar con respecto a la situación económica y a los que no se les quieren dar fechas para la terminación de las obras que dependen del estado es un gobierno de una calidad democrática bajísima.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El gobierno inerme ante la crisis

Comienza el nuevo curso después de las vacaciones y los pronósticos para este último cuatrimestre y para el año que viene son terriblemente pesimistas. Quizás por ello el presidente del gobierno ha decidido hacer una ruta por los Picos de Europa acompañado por la cámaras de Cuatro (¡como no!), para que los españolitos veamos que tiene fondo para aguantar la crisis y lo que le echen.

Pero la cuestión no es el fondo del presidente, sino cuándo tocará fondo nuestra crisis, cuántos trabajadores quedarán sin empleo y cuánto tiempo tardaremos en recuperarnos.

Los días de vino y rosas se han terminado y ya no sabemos qué explicaciones son más patéticas, si las de José Blanco o las de Pedro Solbes. Pero lo que está claro es que el gobierno no tiene ni idea de qué puede hacer para aminorar los efectos de la crisis y sigue insistiendo en que las causas son externas, es decir, sigue empeñado en convencer al personal de que no es culpa suya. Y en parte así es, no todo es culpa del gobierno, aunque una gran parte sí lo es, de éste, del anterior, también socialista, y de los ocho años del PP, porque ninguno supo tomar medidas para tener una economía más productiva y menos dependiente de la construcción. Pero lo más importante ahora no es quién tiene la culpa de la crisis, sino de quién es la culpa de que no se estén tomando las medidas adecuadas para atajarla. Y el culpable de esto sí que es el gobierno actual, que no sólo la negó, sino que no quiso o no supo tomar ninguna medida.

El gobierno se muestra incapaz y las Comunidades Autónomas siguen pidiendo recursos como si sólo el gobierno central tuviera que arreglárselas con la crisis y ellas, pieza importantísima de la administración, dada la gran cantidad de competencias que tienen asumidas, no tuvieran nada que hacer al respecto.

Todos quieren gastar y nadie quiere asumir responsabilidades. Mientras, José Blanco con una falta de sensibilidad digna de mejor causa dice que en España se vive muy bien. Sin embargo cada día se pierden miles de puestos de trabajo. Sería bueno que dejara de mirarse el ombligo. Todos sabemos que él sí vive mejor, pero hay cientos de miles de personas que están empezando a vivir mucho peor.

Hay demasiadas personas incapaces de distinguir su situación personal de la del resto de sus compatriotas y cuando esas personas son los políticos que nos gobiernan no podemos esperar nada bueno.

Por cierto, ¿se sabe algo de los sindicatos de clase?

martes, 19 de agosto de 2008

Obama, McCain y la democracia "made in USA"

La democracia norteamericana es decididamente diferente a la europea y, particularmente, a la española. Yo no imagino a Zapatero y Rajoy sometiéndose a la entrevista de un sacerdote para hablar de religión, de sus creencias y de sus pecados.

Ya sé que aquí miramos estas cosas con un mucho de suficiencia y pensando que la democracia no es eso. Pero yo no tengo tan claro que los electores no tengamos derecho a conocer ese tipo de detalles de los candidatos. Muchos norteamericanos piensan, por ejemplo, que es importante saber si el candidato ha engañado a su mujer porque, dicen, si es capaz de engañar a su mujer, ¿qué no hará con las personas a las que no conoce si llega al poder?

Por mucho que nosotros queramos engañarnos y decir que eso pertenece a su vida privada, y no cabe duda de que así es, la cuestión es si de verdad esos hechos son reveladores de la confianza que nos pueda ofrecer un candidato.

La ex diputada por Asturias de IU, Laura González, dice hoy en La Nueva España que los norteamericanos son algo infantiles y que a ella no le importa lo que han hecho en el pasado, sino lo que piensan hacer en el futuro. ¿Diría lo mismo si descubriera que Obama fue en su juventud activista anticomunista o si McCain estuvo en contra del movimiento por los derechos civiles? Estoy seguro de que, en esos supuestos, no diría que sólo le importa lo que van a hacer.

Sin embargo, yo creo que esa entrevista ha estado muy bien y ha dejado al descubierto algunos detalles importantes de la confianza que podemos depositar en dichos candidatos.

Por un lado Obama reconoció haber tomado drogas y alcohol en su juventud, lo cual nos dice algo de su carácter, pero lo que más nos dice del mismo es que ha asegurado que hizo esas cosas por egoísmo, porque entonces sólo pensaba en sí mismo y no en los demás. Una persona que tiene la desfachatez de decir semejantes cosas delante de una cámara demuestra tener una cara dura a prueba de bomba.

Por otro lado, su rival, McCain ha dicho que su gran error fue su primer matrimonio. Si tenemos en cuenta que cuando regresó de Vietnam se encontró con que su, entonces, esposa había sufrido un grave accidente que la dejó desfigurada, me hace dudar de que vaya a tener la sensibilidad necesaria para compadecerse de los que sufren y gobernar en consecuencia.

Sé que estoy siendo algo cínico. Pero, sinceramente, ¿alguien piensa que son baladíes estas afirmaciones o datos para juzgar el carácter y la idoneidad de un candidato?

El filtro al que deben someterse los candidatos norteamericanos con las primarias para ser elegido candidato de su partido y el examen de los medios de comunicación que exponen las más variadas facetas al público conocimiento no cabe duda de que permiten a los ciudadanos conocer mucho mejor que aquí cómo son los que desean dirigir los destinos de su país. Pensar que eso es infantil, exagerado o innecesario creo que es juzgar demasiado precipitadamente o, quizás, como la zorra del cuento, decimos que las uvas están muy verdes, en vista de que sabemos que no podremos alcanzarlas.

jueves, 14 de agosto de 2008

Asturias y las infraestructuras

Llegó Álvaro Cuervo dijo dos o tres obviedades respecto a la situación económica asturiana y cuestionó las sacrosantas obras de infraestructuras y le han caído las tres plagas de Asturias, leanse partidos políticos, patronal y sindicatos.

Es cierto que la situación económica asturiana está lejos de ser buena. A nadie le cabe duda de que estamos lejos de haber salido del atraso acumulado durante los últimos 20 años. Nadie puede demostrar con números que la región ha vuelto a los niveles de industrialización anteriores a las reconversiones de los años 80 del pasado siglo XX. Pero es más cierto todavía que la propaganda política y los intereses de patronal y sindicatos obligan a repetir machaconamente el discurso de que estamos en el mejor de los mundos posibles. Faltaría más.

La afirmación que sin duda ha agitado más al personal ha sido la que cuestionaba la necesidad de la ampliación de El Musel. Pero en lugar de escandalizarse y decir un montón de tonterías y lugares comunes, no estaría mal que alguien, por ejemplo, el presidente de la Autoridad Portuaria, explicase de una vez por todas cuántos tráficos está perdiendo el puerto por no tener las dimensiones que alcanzará con la ampliación en marcha.

La patronal, FADE, podría explicarnos por qué muchas empresas asturianas y gijonesas llevan sus contenedores por carretera a embarcar en el puerto de Bilbao y por qué dejarán de hacerlo así cuando El Musel esté ampliado. ¿Ya les han asegurado que las tarifas de El Musel van a poder competir entonces con las del puerto vasco? Y los sindicatos que tanto hablan de empleo de calidad y no precario ¿podrían explicarnos cuántos puestos de trabajo estables se crearán con el puerto ampliado, para que podamos entender su defensa a ultranza de la ampliación?

El Sr. Cuervo dijo una verdad que todo el mundo sabe. Yo estuve la pasada semana en la Campa Torres y en el puerto estaban atracados dos barcos. Dos. No dos de eran pocos, no. Dos de uno más uno. Dos de uno, dos y... no hay ninguno más. Pero no hace falta que lo diga el Sr. Cuervo, ni siquiera acercarse a la Campa Torres, basta con leer la información de el diario El Comercio o consultar la página web del puerto. En estos momentos la información que podemos leer en la misma es que hay en puerto 6 buques, de los que sólo tres están en operaciones de estiba o desestiba. Del resto, dos de ellos están atracados desde el 1 de julio y desde el 1 de agosto, respectivamente. Es decir, que como dicen los norteamericanos, si tiene pico de pato, plumas de pato, patas de pato y anda como un pato, lo más probable es que sea un pato.

Pero en esta Asturias nuestra no se puede disentir de la versión oficial, porque si no serás condenado a la hoguera. Por eso las críticas, sin un sólo argumento, han caído sobre Álvaro Cuervo y por eso mismo caen sobre cualquiera que cuestione la obra de El Musel o cualquier obra pública que se haga en Asturias. Por eso tampoco se puede denunciar el desvío presupuestario de la obra o la desaparición de cientos de miles de euros en materiales acopiados para la misma. No vayamos a poner en peligro la ampliación, dicen nuestros insignes representantes volviendo hacia los que denuncian el despilfarro o el descontrol la responsabilidad de que la obra pueda sufrir retrasos; cuando los causantes son, en primer término, los responsables de los sobrecostes o de las desapariciones o, en último término, los que deberían vigilar para que esto no ocurriera. Estos son nuestros democráticos miembros de los partidos políticos o de las instituciones que creen que son demócratas sólo por el hecho de que les han votado en unas elecciones.

Es cierto que la mayoría de las infraestructuras son muy necesarias, pero no es menos cierto que por sí solas no bastan para regenerar el tejido industrial de nuestra región. Otras políticas son necesarias. Pero eso a nadie le interesas porque esas grandes infraestructuras dan trabajo a muchas empresas que se lucran con las mismas, muchas personas consiguen generosos beneficios trabajando para las mismas y, desgraciadamente, como ya es habitual, siempre hay facinerosos que se lucran de manera irregular, cuando no claramente ilícita con las mismas.

Ya veremos qué monserga nos cuentan cuando tengamos un superpuerto sin barcos y con la mayor parte de los terrenos ganados al mar ocupados por empresas que nada tengan que ver con la actividad portuaria.

Pero no hay problema, nos lo creeremos todo, como nos creímos que los astilleros no tenían futuro y se va a cerrar el astillero privado que quedaba en nuestra bahía y, posiblemente, más pronto que tarde, el público privatizado, en la década en la que los astilleros europeos han estado repletos de carga de trabajo.

lunes, 11 de agosto de 2008

Serpientes de verano

Este verano tenemos que echar de menos aquellos en los que no había noticias importantes y los periódicos tenían que echar mano de las llamadas serpientes de verano para seguir rellenando algunas hojas y justificar su presencia en el kiosko.

Este verano la crisis lo invade todo y aunque sigue habiendo mucha gente en los lugares de veraneo parece que los hosteleros están de acuerdo en que los veraneantes gastan mucho menos dinero que otros años. La cosa está canina y hasta dicen que Zapatero interrumpirá sus vacaciones en Doñana para reunirse con sus asesores y analizar la situación económica. No está mal, pero ya sería hora de que dejara de analizar y tomara medidas eficaces para combatir la crisis. Ya ha tenido mucho tiempo para analizar la situación. Todo el tiempo que se pasó negando la evidencia, diciendo que lo blanco era negro y que la noche era día. Todo el tiempo que empleó diciéndonos que estábamos en la "champions leage" de la economía mundial debería haber estado analizando la situación, porque no creo que inventar mentiras tan burdas con las que nos quiso engañar (y a algunos engañó) le llevaran demasiado tiempo.

Las Comunidades "ricas" por su parte se dedican a pedir más y no quieren que las "pobres" reciban más de la cuenta. Son como aquellos burgueses de otros tiempos que se lamentaban de que los pobres fuesen bien vestidos. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Los nacionalistas están cada vez más enfadados. Los catalanes amenazan a Zapatero y los vascos le plantean un referendum. Y no me extraña, porque su política de confrontación con los nacionalistas exacerbó su reivindicaciones, porque no ha tenido talante, ni ha sabido dialogar... ¡Uy! no, perdón, que ése era Aznar. Entonces, ¿por qué con el dialogante y simpático Zapatero siguen a la greña exigiendo cada vez más? Qué raro.

Esto a nivel nacional. Pero en Asturias no andamos mejor. En Gijón y en Oviedo la política municipal anda tan enfangada que no nos extrañaría ver a los concejales y concejalas dirimiendo sus disputas en un cuadrilátero lleno de barro. Después se quejan de que no tengamos respeto por los políticos. Si no se respetan a sí mismos ¿cómo los hemos de respetar los demás? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que lo único que nos queda por hacer en estas circunstancias es mandarles a paseo cuando vuelvan a pedirnos el voto? Ya sé que les daría igual, que saldrían elegidos sólo con sus propios votos y se quedarían tan anchos. El caso es seguir en la poltrona y vivir (y muy bien) de nuestros impuestos, pero al menos les habríamos dejado claro que no nos toman el pelo.

Peor están en Georgia, donde una provincia quiere separase de esta nación y unirse a Rusia, país éste que aprovecha para lanzar unos cuantos bombazos a una ciudad georgiana. Tienen suerte de que los pacifistas están de vacaciones, pero que se preparen para cuando regresen en septiembre, porque como sigan así se les va a caer el pelo. ¡Buenos son ellos!

En fin que la estupidez es una característica del hombre sólo tan arraigada como la crueldad y la hipocresía y con esta dieta va caminando el mundo de mal en peor. Y sufriendo y muriendo los de siempre.

Pero cuidado que el planeta se calienta y dentro de cincuenta o cien años los de Albacete pueden estar en primera línea de playa. Hemos de poner remedio a esta catástrofe que se avecina. Ya nos ocuparemos después de remediar el hambre que sufren ahora mismo millones de seres humanos o del SIDA que está devastando al continente africano. Todo eso puede esperar. Lo urgente es el CO2 y el calentamiento global, como antes lo fue el agujero de la capa de ozono, los cloroflurocarbonados o, antes aún, la lluvia ácida.

Menos mal que nuestros gobernantes se ocupan de todos esos graves problemas porque, de no ser así, no sé qué sería de nosotros.

Total que, de momento, este verano, todavía nadie ha visto al monstruo del lago Ness, ni se ha oído nada de ningún barco desaparecido en el triángulo de las Bermudas.

martes, 5 de agosto de 2008

Otro prohombre de nuestra economía

Hoy he leído con cierto asombro que, al parecer, el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, D. Luis Arias de Velasco, también pertenece a ese grupo de prohombres de la empresa española que reclaman sin desmayo una reforma del mercado laboral. En la inauguración de la presente edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias parece que ha abogado por dicha reforma y, además, por desligar el aumento de los salarios del IPC.
He leído esto que acabo de decir y me he quedado bastante perplejo. El tema de la reforma laboral es algo ya recurrente y una especie de fijación que algunos empresarios deberían hacerse mirar porque yo creo que debe de obedecer a alguna patología. No sé, quizás algo de hígado, o de vesícula, que les hace a todos inclinarse hacia ese campo de la estulticia; porque, tengo yo una gran duda, si como han afirmado hasta el hastío el gran timonel Zapatero y su oráculo económico Solbes, hemos sido en los últimos años el país que más empleo ha creado de todo el mundo mundial y por eso hemos tenido llegadas masivas de emigrantes, si no hubiésemos tenido un mercado laboral tan pésimo y que tanto perjudica el empleo, esto habría sido la bomba en bañador, no habríamos tenido bastante con todo el continente africano, habría tenido que venir aquí toda la China comunista y la otra, y no sé si habría sido suficiente para cubrir todos los puestos de trabajo que hubiesen creado nuestros grandes empresarios. Noticia de última hora. Creo que las misiones a Marte tienen como objetivo saber si hay vida inteligente para poder importar mano de obra para España en cuanto se haga la reforma laboral que desean nuestras empresas. ¿O será al revés, será para enviar allí a los parados?. No sé, ahora me he hecho un pequeño lío. Lo de desligar las subidas de los salarios del IPC sí que me parece un gran acierto. A fin de cuentas, ¿para que quieren el dinero los trabajadores? Desde luego, no para comprar comida, vestidos, gasolina y otras menudencias. ¡Que va! Supongo que el amigo D. Luis Arias de Velasco estará pensando en que debería ligarse a la subida del barril de petróleo o a los beneficios de los grandes bancos o al euribor. Por cierto, cuando estos años atrás las empresas tenían suculentos beneficios, la economía crecía, las bolsas subían y el IPC que nos contaba el gobierno sufría anorexia, y los incrementos salariales iban a la par, dando síntomas claros de raquitismo, no vi yo al Sr. Arias de Velasco preocupado con que los salarios ligasen con el IPC o se divorciasen del Euro. ¿Por qué?. Yo no lo sé. Es una lástima que este prohombre de la empresa Asturiana no haya empleado todo sus celo creador y reformador en predicar, por ejemplo, que se elimine el estatuto de funcionario para los profesores de la Universidad, institución en la que ejerció la docencia hasta hace muy pocos años, cuando, según tengo entendido, se jubiló. Bueno, supongo que la Universidad quizás no merece una reforma laboral del tipo de la que D. Luis imagina. ¿O sería que a él no le gustaba que le aplicasen su propia medicina? ¡A veces se me ocurre cada cosa...! Bueno, busquemos otro campo en el que un hombre, sin duda liberal como él, podría empeñar sus esfuerzos. ¿Qué tal modificando la situación actual por la que la empresas está obligadas a pertenecer (del verbo pagar) a las Cámaras de Comercio, quieran o no quieran? ¿No sería bueno que las empresas pertenezcan libremente a las asociaciones y organismos que buenamente deseen y no que deban hacerlo por obligación? Claro que, en ese caso, habría algunas personas que no podrían lucir como ahora lo hacen codeándose con la flor y la nata de la economía y la política de Asturias y tampoco nadie haría caso a sus recetas económicas, por lo demás tan rancias y trasnochadas. En fin, quizás el mejor consejo para D. Luis Arias de Velasco sería el de "médico cúrate a ti mismo", liberaliza la pertenencia a la institución que presides y deja que las empresas paguen (del verbo pertenecer) voluntariamente las cuotas. ¡Bah! no me hagas caso, son cosas mías.

viernes, 1 de agosto de 2008

La gran mentira de las balanzas fiscales

Con la compra de Unión Fenosa por Gas Natural tenemos un ejemplo claro de que el asunto de las balanzas fiscales de las que tanto hablan algunos oportunistas dedicados a la política en algunas Comunidades Autónomas es una patraña que parece increíble que colabore con la misma un gobierno que se dice socialista y que presume de basar su política en los más desfavorecidos. Unión Fenosa tenía hasta ahora su domicilio social en Madrid, sus plantas de generación repartidas por distintas Autonomías y sus clientes exactamente igual. ¿Dónde pagaba sus impuestos? En Madrid, donde tenía el domicilio social. Pero no sólo el de sociedades cuyos beneficios se generan gracias a los clientes que tiene repartidos por una buena parte del territorio nacional, sino que la recaudación de IVA de sus clientes repartidos por toda España, también se paga en Madrid. Se puede decir con un mínimo de rigor que los impuestos que Unión Fenosa paga en Madrid son de esa comunidad. Desde luego que no. Ahora, con la compra por Gas Natural, ya han anunciado que el domicilio social pasará a Cataluña, con lo cual los impuesto de esta empresa se recaudarán en Cataluña. Los clientes seguirán en los mismos sitios consumiendo la energía que les venda Unión Fenosa, las plantas de generación no se van a mover ni un milímetro de donde están actualmente y el IVA se va a recaudar de los mismo consumidores que hasta ahora. ¿Qué cambia? Cambia que al estar el domicilio social en Cataluña, esos impuestos se los imputarán a la balanza fiscal de esa Comunidad y algunos políticos del tres al cuarto vendrán a decirnos cuánto contribuye Cataluña a los ingresos del estado. Y algún indocumentado como José Blanco se felicitará porque las balanzas fiscales demuestran lo solidaria que es Cataluña con el resto de España. Si no fuera para llorar sería para morirse de risa. ¡Qué gente!. Pero este asunto de Unión Fenosa también nos deja alguna perla en forma de "stoks options" que sus directivos acaban de adjudicarse cambiando sus contratos hace unas semanas. ¿Qué quiere decir esto?. Que estos excelsos directivos que tanto velan por el bien de su empresa, por el futuro del país, pero, sobre todo, por el suyo propio, se van a llevar unos cuantos millones de nada sólo cambiándose a si mismo sus propios contratos por medio de los cuales se adjudican unos derechos sobre acciones de la empresa. Se les olvidó cambiar las condiciones del resto de trabajadores de la eléctrica y por eso no les subieron los sueldos dos o tres puntos por encima de la inflación, porque, al fin y al cabo, son humanos y no pueden estar en todo... No, corrijo, no ha sido por eso, que son humanos pero casi superhombres y se acuerdan de eso y de mucho más. No, no les han subido los salarios a los trabajadores porque eso produce mucha inflación y eso es muy malo para la economía del país y ya se sabe que si ellos se preocupan por algo es por el bien de esta España suya de sus amores y nuestras desdichas. ¡Qué gente! Y si alguien necesita un buen lavado de estómago que le eche un vistazo a las noticias que están generando estos días el PP de Gijón en el que no se salvan ni los que están en la dirección del partido, ni los que están enfrentados a la misma, ni tan siquiera los socialistas que hozan en el lodazal y luego levantan la cabecita salpicada hasta las cejas para decirnos que ellos no son así... Eso, ¡qué gente!

miércoles, 30 de julio de 2008

Miguel Sebastián quiere que ahorremos

Miguel Sebastián va camino de convertirse en el ministro de los gestos, porque en esta democracia mediática que disfrutamos y con un gobierno convencido de que es más importante la propaganda que la gestión para mantenerse en el poder, ha decidido regalarnos unas políticas de símbolos más que de decisiones y realidades. Su primer gesto destacado fue llegar al Congreso sin corbata. No se le ocurrió solicitar del presidente de la institución o de la mesa de la cámara que dispensara a los trabajadores de la misma de acudir sin corbata, al menos durante de los meses de verano, para poder mantener la temperatura del edificio unos grados más alta de lo habitual (por contra se les permitiría permanecer con abrigo y bufanda durante los meses de invierno para poder soportar temperaturas interiores más próximas a las exteriores). En fin, no pensó en nadie más que en si mismo, en su comodidad y en lo bien que quedaría tal gesto de cara a la galería. A mi lo que me sugirió en su momento fue saber si había acudido al Congreso en su coche oficial o en metro. Si comió en su casa o en un restaurante a costa del erario público (que es la desagradable forma de llamarnos a los que pagamos impuestos). Y alguna pregunta más que no pondré aquí por no resultar impertinente. Pues bien, ahora nos ha salido con la genial idea de que se ha acabado la energía barata y que debemos ahorrar, debemos conducir más despacio, debemos cambiar las bombillas de incandescencia convencionales por las de bajo consumo, debemos comprar coches eléctricos, debemos, debemos, debemos. Y es cierto, debemos ahorrar, pero cuando el PP le dice que deben reducir los gastos, ellos se salen por peteneras y dicen que no piensan recortar el gasto porque quieren ayudar a los que peor lo está pasando. Y no deberían reducir el gasto social, es más, no van a poder aunque lo pretendan porque si algo traen las crisis es aumento de gasto social. Ahora bien, uno es lo que dicen y otra cosa lo que hacen pues para su emblemática, oportuna y tan necesaria ley de dependencia ya han anunciado que de los 400 millones de euros prometidos sólo piensan dar 200 millones. En fin, otro ejemplo más de que prefieren la propaganda a la gestión. El actual gobierno nos cuesta más dinero que el anterior, tiene más ministerios y más altos cargos. ¿Por qué no recortan por ahí? ¿Por qué no les ponen a todos los altos cargos un límite en los cargos a su tarjeta de crédito de, por ejemplo, el 90% de lo gastado el año anterior. Sería un ahorro del 10% sobre una partida sustanciosa. ¿Por qué no limitan el tiempo de emisión de las cadenas públicas de televisión, nacionales y autonómicas, cerrando, por ejemplo, entre la 1 y las siete de la madrugada? Se ahorraría mucha energía y dinero y hay suficientes cadenas privadas como para no sufrir demasiado con ese recorte. ¿Por qué no se ha ahorrado el PSOE la fiesta de los 100 días de gobierno? Habría ahorrado mucha energía. ¿Por qué no ahorran en folletos publicitarios, publicaciones de autobombo ministerial, publicaciones de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos? Ahorrarían dinero y energía. En fin, si el señor Sebastián quiere ahorrar tiene mucho que hacer en su casa, quiero decir, en la administración (nacional, autonómica y local) antes de venir a cargar el peso de los problemas sobre nuestros hombros. Y que no se preocupe tanto, que ya ahorramos. ¡Qué remedio! Cuando la gente saca menos el coche porque ya no le llega el dinero a fin de mes ahorra mucho más que conduciendo a 90 kilómetros por hora en la autopista. Lo ahorra todo. Kennedy dijo en una ocasión "no preguntes lo que EEUU puede hacer por ti, pregúntate más bien qué puedes hacer tú por EEUU". Nuestros políticos han tomado ese lema, le han dado la vuelta y gobiernan bajo la premisa de "a ver que pueden hacer los ciudadanos por este país ya que yo no pienso hacer nada al respecto".

domingo, 27 de julio de 2008

A vueltas con nuestro estado ¿de derecho?

Ha pasado con más pena que gloria la sentencia del tribunal de Estrasburgo que dice que el ex-juez Gómez de Liaño no tuvo un juicio justo. Sin embargo a mí me parece gravísimo lo que dice esta sentencia y si la vemos como un hecho no aislado del conjunto, sino unida a otros casos de la justicia española que han sido piedra de escándalo, entonces la situación adquiere tintes dramáticos, porque el tan cacareado estado de derecho parece dejar mucho que desear, resulta bastante arbitrario y vuelve a poner de actualidad la famosa maldición gitana "juicios tengas y los ganes". Un juez que fue juzgado por prevaricación, que solicitó la recusación de los jueces que le juzgaban, lo cual no fue atendido ni por el Tribunal Supremo, ni por el Constitucional y que, por fin, el tribunal de Estrasburgo dice que al menos dos de esos jueces no deberían haber juzgado el caso por haber intervenido en distintas fases de la instrucción, deja a nuestra estado de derecho a la altura de cualquier república bananera en la que sólo se respeta la ley en apariencia y la justicia tiene como fin preservar a los poderosos y no actuar de manera independiente. Hace pocos meses vimos cómo el Tribunal Constitucional modificaba el criterio de la prescripción para anular la sentencia de dos poderosos hombres de ¿negocios? con mucha influencia y amistades en lo más alto de las instituciones. Sentencia del Constitucional que fue doblemente escandalosa porque, no sólo modificó el criterio de la prescripción, sino que se metió en un ámbito que no le corresponde. Y cada poco tiempo en este estado nuestro tan democrático y avanzado la justicia, que es la última garante de nuestros derechos y sin cuyo funcionamiento independiente y correcto nadie puede considerarse seguro ni a salvo de la arbitrariedad de los poderes, ni de los poderosos, nos va salpicando con unas decisiones que nos hacen temer lo peor sobre la salud de nuestra democracia. Nuestra sociedad adolescente prefiere mirar para otro lado porque cree que esos asuntos no le incumben porque son cosas de los políticos y de los poderosos y, como ellos no son ninguna de esas cosas, creen estar al margen y salvo de esas arbitrariedades; cuando, en realidad, la reflexión es que si en esos casos tan sonoros y que con seguridad saldarán a la luz pública actúan de esa manera, qué no harán en los casos de personas desconocidas cuyos asuntos nunca tendrán la atención de los medios de comunicación. ¿Madurará algún día esta sociedad y exigirá a sus gobernantes e instituciones que cumplan con la legalidad vigente, respeten la independencia de los poderes y garanticen de verdad el funcionamiento del estado de derecho? Estoy seguro de que así será, lo que no sé es cuántos años han de pasar para que eso ocurra.

jueves, 24 de julio de 2008

¿Zapatero o Eva Perón?

El PSOE ha celebrado sus 100 días de gobierno y yo no tengo claro qué es lo que querían celebrar. Es evidente que para ellos es genial estar en el gobierno, pero parece un poco chusco hacer una celebración. También es posible que hayan sentido la necesidad de festejar el que, tal como están las cosas, hubiesen logrado engañar a una buena parte del electorado negando la existencia de la crisis económica y diciendo que España estaba mejor preparada para afrontar las dificultades, si las hubiera o hubiese. Habría que tener la cara más dura que una piedra, pero, desde luego, sí que es algo digno de celebración. Pero no creo que ese fuera el motivo, porque, si así fuera, habrían pasado como parte estelar del acto el debate televisivo entre Solbes y Pizarro. Debate en el que, a la luz de la situación actual, se explicaría muy bien por qué Solbes tenía un ojo cerrado. Supongo que, finalmente, no se atrevió a salir llevándolo tapado por un parche negro. Fuera lo que fuese lo que deseaban celebrar de estos cien días, a mí no deja de resultarme un tanto insultante que el gobierno y el partido que lo sustenta se dediquen a ir de fiesta cuando una buena parte de la población y no pocas empresas están de funeral o en la cabecera del lecho del moribundo. Afortunadamente el PP ha cambiado de estrategia y todos reconocen que ya no se dedica a crispar, como en la pasada legislatura, lo que no impide que el gobierno siga haciendo el papel de oposición de la oposición y acuse el PP de ir en contra de los más débiles y de querer que la crisis la paguen los trabajadores. Eso sí, todo ello dicho con el mejor talante y sin crispación alguna. El gobierno ha cambiado radicalmente la política antiterrorista, una vez comprobado por el propio Zapatero que la única razón por la que no hay granjas de víboras es porque es una especie que no se deja domesticar. Esto ya lo estudiábamos en mis tiempos de bachiller y todos teníamos bastante claro qué animales podían vivir con el hombre sin causarle daño y cuáles no. Pero como esta sociedad en la que vivimos es como es lo que se subraya es que el PP ha cambiado de estrategia, como si el gobierno no hubiera hecho lo mismo. Zapatero le ha dicho a Rajoy que no cree que haya que tomar medidas especiales contra la crisis económica y yo creo que tiene razón, porque no servirían de nada, ya que las que deben tomarse deben ser contra la recesión que ya acecha. Pero Z ya se sabe que va unos meses por detrás de la realidad. Y repite machaconamente que ayudarán a los más desfavorecidos y que no disminuirán el gasto social. Lo que no dice es que, para hacer eso, que está muy bien, ha de recaudar más dinero. Pero, si la actividad económica disminuye, las empresas ganan menos dinero y, por tanto, pagan menos impuestos y hay más parados, ¿de dónde va a sacar más dinero? Exacto: de los trabajadores que tengan la fortuna de seguir trabajando. Sin embargo, me extraña que no defienda con tanto ardor a las Comunidades Autónomas más desfavorecidas y siga dando alas y privilegios a las más ricas. No deja de ser una extraña política socialista ésa de publicar las balanzas fiscales inexactas y poco fiables para que se vea cómo, aparentemente, unas Autonomías dan y otra reciben. Espero que si continúa otra legislatura más publique también las balanzas fiscales de cada persona para que podamos ver si nuestro vecino recibe más de lo que aporta y así poder echárselo en cara cuando nos lo crucemos en el autobús, en tanto el gobierno nos pone un transporte especial para nosotros que somos contribuyentes netos. En fin, Zapatero continúa interpretando el papel de Eva Perón y sólo habla para sus descamisados. Espero que pronto se decida a salir al balcón del Palacio Real ante una plaza de Oriente llena de seguidores enfervorizados para interpretar la conocida canción de la ópera Evita.

domingo, 13 de julio de 2008

La siempre polémica "Semana Negra" de Gijón

Ayer escuche en una entrevista al representante de una de las librerías que participa en la Semana Negra de Gijón. Este señor, sin mediar provocación alguna, enseguida dejó constancia de su opinión sobre los que se quejan de las molestias que origina la Semana Negra y dijo que eran personas que no amaban a su ciudad, que querían un Gijón pueblerino y encerrado en sí mismo, porque no se daban cuenta de la trascendencia de este evento en todo el mundo y cómo en cualquier reunión que tuviese que ver con la novela negra se conocía la existencia de Gijón. Yo no dudo en absoluto de las palabras de este librero e incluso estoy dispuesto a admitir desde ahora mismo que él que no es de Gijón, ni vive aquí, siente más amor por esta ciudad que los que pensamos que la Semana Negra debería organizarse de otra forma, de modo y manera que causara menos trastornos a los vecino del recinto donde se instala y que durante diez días ven gravemente alterado su descanso. Es preciso señalar que este acontecimiento cultural podría celebrarse igualmente sin atracciones de feria, chiringuitos y locales varios que extienden sus elevados niveles sonoros hasta bien avanzada la madrugada. Yo supongo que si este librero viviera en uno de los edificios cercanos al recinto y no pudiera dormir hasta bien entrada la noche y tuviese que levantarse a las seis o siete de la mañana (le aseguro que hay personas que deben hacerlo) para ir a trabajar o si se encontrase enfermo (le aseguro que también hay gente enferma muy a su pesar mientras se celebra la Semana Negra), en fin, si quisiera encontrar en su casa la tranquilidad y el descanso al que tiene derecho y del que se le priva durante diez largos días con sus correspondientes noches, por mucho amor que tuviese a Gijón, pediría que este evento se organizara con más respeto para los vecinos. Es cierto que todos los festejos causan inevitables molestias, pero lo que es muy lamentable es que también cause otras muchas molestias perfectamente evitables. ¿Habría algún problema para que se organizaran sólo los actos culturales sin chiringuitos o atracciones de feria? ¿Habría algún problema para que, con el diseño actual, el recinto cerrara, por ejemplo, a las doce de la noche los días de semana y se alargara sólo hasta las dos de la madrugada el fin de semana? Sí, sí que habría algún problema: el económico. La Semana Negra recibe subvenciones del Principado y del Ayuntamiento, éste, además, cede el suelo público para que la organización lo explote cobrando a feriantes, chiringuitos, tenderetes, etc, por el uso del mismo y, todo ese dinero que la cabeza visible y creador del invento, Paco Ignacio Taibo II, maneja a su libre albedrío y sin rendir cuentas ni al ayuntamiento, ni al Principado, ni a nadie y que yo no tengo dudas de que emplea como es debido para organizar el evento; digo que ese dinero que se recauda de la forma indicada no llegaría en tan grandes cantidades si el evento se organizara de otra forma. En fin, que mucho amor a Gijón, mucho amor a la cultura, muchos actos de significada tendencia social y alternativa, mucha transgresión y muchas ideas de izquierdas. Pero al final de todo está el dinero. ¡Qué cosas! Y ese es el gran problema de la Semana Negra, que su modelo de financiación es el que es y si se cambia y se diseña de un modo menos molesto para los vecinos del recinto, más respetuoso con el entorno y más sostenible, que además de predicar hay que dar trigo, y la contaminación acústica también es contaminación y los generadores funcionando a todo trapo durante horas y horas también contaminan y el consumo de energía eléctrica de forma desmesurada e innecesaria también es criticable cuando lo hacen los gurús de la sostenibilidad y de "Nucleares, no, gracias". Digo, que si se cambiara el modelo, el vil metal dejaría de llegar con la abundancia que ahora lo hace. Es es el problema, el único problema. En definitiva, que está muy bien eso del amor a Gijón, pero tampoco estaría nada mal que se amara también un poco a los gijoneses, sobre todo a los que se ven afectados por las ganas de diversión del resto y cuyos derechos deberían conciliarse de manera más justa. Si hemos sido capaces de prohibir que se tiren cabras desde los campanarios de las iglesias durante las fiestas de algunos pueblos, no estaría mal que se instaurasen unos horarios más racionales cuando los festejos se celebran al aire libre y en zonas urbanas. Ya que tanto nos miramos en Europa para determinadas cosas, también deberíamos hacerlo para otras.