viernes, 1 de agosto de 2008

La gran mentira de las balanzas fiscales

Con la compra de Unión Fenosa por Gas Natural tenemos un ejemplo claro de que el asunto de las balanzas fiscales de las que tanto hablan algunos oportunistas dedicados a la política en algunas Comunidades Autónomas es una patraña que parece increíble que colabore con la misma un gobierno que se dice socialista y que presume de basar su política en los más desfavorecidos. Unión Fenosa tenía hasta ahora su domicilio social en Madrid, sus plantas de generación repartidas por distintas Autonomías y sus clientes exactamente igual. ¿Dónde pagaba sus impuestos? En Madrid, donde tenía el domicilio social. Pero no sólo el de sociedades cuyos beneficios se generan gracias a los clientes que tiene repartidos por una buena parte del territorio nacional, sino que la recaudación de IVA de sus clientes repartidos por toda España, también se paga en Madrid. Se puede decir con un mínimo de rigor que los impuestos que Unión Fenosa paga en Madrid son de esa comunidad. Desde luego que no. Ahora, con la compra por Gas Natural, ya han anunciado que el domicilio social pasará a Cataluña, con lo cual los impuesto de esta empresa se recaudarán en Cataluña. Los clientes seguirán en los mismos sitios consumiendo la energía que les venda Unión Fenosa, las plantas de generación no se van a mover ni un milímetro de donde están actualmente y el IVA se va a recaudar de los mismo consumidores que hasta ahora. ¿Qué cambia? Cambia que al estar el domicilio social en Cataluña, esos impuestos se los imputarán a la balanza fiscal de esa Comunidad y algunos políticos del tres al cuarto vendrán a decirnos cuánto contribuye Cataluña a los ingresos del estado. Y algún indocumentado como José Blanco se felicitará porque las balanzas fiscales demuestran lo solidaria que es Cataluña con el resto de España. Si no fuera para llorar sería para morirse de risa. ¡Qué gente!. Pero este asunto de Unión Fenosa también nos deja alguna perla en forma de "stoks options" que sus directivos acaban de adjudicarse cambiando sus contratos hace unas semanas. ¿Qué quiere decir esto?. Que estos excelsos directivos que tanto velan por el bien de su empresa, por el futuro del país, pero, sobre todo, por el suyo propio, se van a llevar unos cuantos millones de nada sólo cambiándose a si mismo sus propios contratos por medio de los cuales se adjudican unos derechos sobre acciones de la empresa. Se les olvidó cambiar las condiciones del resto de trabajadores de la eléctrica y por eso no les subieron los sueldos dos o tres puntos por encima de la inflación, porque, al fin y al cabo, son humanos y no pueden estar en todo... No, corrijo, no ha sido por eso, que son humanos pero casi superhombres y se acuerdan de eso y de mucho más. No, no les han subido los salarios a los trabajadores porque eso produce mucha inflación y eso es muy malo para la economía del país y ya se sabe que si ellos se preocupan por algo es por el bien de esta España suya de sus amores y nuestras desdichas. ¡Qué gente! Y si alguien necesita un buen lavado de estómago que le eche un vistazo a las noticias que están generando estos días el PP de Gijón en el que no se salvan ni los que están en la dirección del partido, ni los que están enfrentados a la misma, ni tan siquiera los socialistas que hozan en el lodazal y luego levantan la cabecita salpicada hasta las cejas para decirnos que ellos no son así... Eso, ¡qué gente!

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