He leído hoy que los de Cocacola
Iberian Partners están dispuestos a pagar indemnizaciones de
cuarenta y cinco días por año a los trabajadores que desean
despedir. He tenido que pensar un poco de qué me sonaba esa cifra
hasta que he recordado que, mira tú por donde, era la que
correspondía la indemnización por despido improcedente antes de la
magnífica reforma laboral (mal)parida por el gobierno de Rajoy, con
Fátima Báñez de comadrona o partera.
O sea, que han llegado los de Cocacola
Iberian Partners y ha soltado a su modo esa frase que aquí en
Asturias dice “va a ser por perres”. Pues eso, que no va a ser
por dinero, porque cuando se empeñan en despedir, despiden cueste
lo que cueste. Y nunca mejor dicho.
Yo no sé si Rajoy o Báñez habrán
leído la noticia o si alguien se la habrá contado, pero, si es así,
me imagino su desolación: toda la vida pensando que los pobres
empresarios no podían despedir porque era un lujo demasiado caro y
de pronto vienen los de Cocacola Iberian Partners, que viene a ser
algo así como los compañeros ibéricos de lachispadelavida, y se
encienden un puro con un billete de cincuenta euros delante de sus
narices. ¡A ver quién es más chulo!
Pobre Fátima Báñez, tan orgullosa
ella de su criatura que permitía a las empresas adoptar otras
medidas diferentes del despido y se encuentra con que a algunos
empresarios españoles (muchos si juzgamos por las cifras del paro)
lo que les mola de verdad es despedir. Y si pueden despedir más
barato les mola mucho más, donde va a parar. ¿Verdad, amigo Rajoy?
Pues nada, señor presidente del
gobierno, siga usted así y a mejorarse y me pone usted a los pies de
su señora esposa.
Qué pena que doña Fátima y el sr.
Rajoy no hayan pisado nunca una escuela de negocios ni para ir al
baño. De haberlo hecho quizás habrían aprendido que cuando los
empresarios andan preocupados por el coste del despido no es
curiosamente cuando quieren contratar, sino cuando están en racha de
despedir. Son empresarios, pero son así de lógicos. Como cuando una
persona cualquiera empieza a preocuparse del precio de la gasolina no
es porque esté pensando comprarse una bicicleta. Aunque ahora que lo
pienso, para eso no hace falta ir a ninguna escuela de negocios,
basta con ir a la escuela. ¿Cómo habrán aprobado sus carreras
Rajoy y Fátima? Otro misterio.
Lo que no es ningún misterio es que
dicen que las ventas de Cocacola han caído un 20%. En mi casa han
caído el 100%. Pues eso.