lunes, 31 de agosto de 2009

Suben los impuestos a los pobres

De nuevo en la rutina y de nuevo teniendo que soportar la desvergüenza de nuestros políticos.

Después de una desconexión voluntaria de la política nacional y enganchado apenas a la triste política regional y local, paso del desparpajo de nuestro alcalde en funciones que asegura que una desviación presupuestaria de 250 millones de euros es normal en ese tipo de obras (ampliación del puerto de El Musel) y que nadie se ha llevado dinero.
 
Si no fuera dramático sería gracioso. Si no fuera porque, al final, tendremos que pagar la factura los de siempre, sería para morirse de risa.

La política nacional no está mejor. 

En Agosto ETA no quiso librarnos de su sello de destrucción y muerte y el rey salió a apoyar el turismo balear, pero se le olvidó apoyar el turismo burgalés, ¡Lástima! Otra vez

Zapatero, presidente de todos los españoles, decidió apoyar el turismo de Lanzarote. ¿Le pagan más sueldo los lanzaroteños que el resto de los españoles? No creo.

Son sólo dos ejemplos de cómo dos cargos institucionales actúan de una manera arbitraria que debería ser seriamente reprobada. Pero, "¡España y yo somos así, señora!"

Zapatero dice que subirá los impuestos, pero que no subirá el IRPF y que el impuesto de sociedades no sólo no subirá, sino que bajará.
 
¿Que va a subir, se preguntará Vd.? Los impuestos sobre las rentas del capital y las plusvalías. ¡Ah, bueno!

Pues sí, bueno. Sus pequeños ahorros que sus banco amigo le retribuye de milagro se verán más mermados porque, de los intereses, papá-estado se va a llevar un pellizco mayor. Ya se lleva una quinta parte, así que es fácil suponer que a partir de ahora se lleve la cuarta parte. Los intereses de tres meses para Hacienda.

Pero el impuesto de sociedades bajará, porque las empresas, ¡pobres! lo están pasando muy mal. El Corte Inglés, sin ir más lejos, sólo ha ganado 382 millones (resultado neto), un 46% menos que el año anterior. ¡Con lo que ha sido esa empresa! ¡No somos nada!

Entre tanto el PP dice que no se deben subir los impuestos. Pero ellos apoyaron las ayudas a los bancos. Menos ingresos por la menor actividad económica y más gastos. ¿Sin subir impuestos? Como broma no está mal.

Entre tanto el gobierno negocia a qué parados aplicará la ayuda de 420 Euros. Parecería lógico que la percibiera cualquier parado que haya agotado las prestaciones. Pero ¿quién ha hablado de lógica? ¡Cómo puede ser lógico destinar miles de millones a los bancos y regatear 420 Euros a un parado sin subsidio! Por eso nadie habla de lógica.

Y el partido del gobierno se llama "socialista" y "obrero". ¡Menos mal! porque como le hubiera dado por llamarse neoliberal iban a cotizarse más los puestos a las puertas de las iglesias que un chalet en primera línea de playa.

Y por si alguien no han entendido el título de este post y no sabe por qué digo que suben los impuestos a los pobres. Pues lo explicaré brevemente. 

No sólo es porque vayan a bajar el impuesto de sociedades, que también, sino porque los ricos, los realmente ricos, no pagan impuestos, porque hay instrumentos suficientes (¡legales, faltaría más!) para no hacerlo. Por eso, los únicos que pagamos impuestos somos los pobres y por eso, cualquier subida de impuestos afecta sólo a los pobres.

¿Está claro?

Cristalino.



miércoles, 12 de agosto de 2009

Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. ¡Cáspita!

El amigo Díaz Ferrán sigue aspirando a convertirse en el empresario preferido de los trabajadores españoles. No le pareció que hubiera hecho méritos suficientes proponiendo la flexibilización del mercado de trabajo o una bajada de cinco puntos en las cotizaciones de las empresas, sino que ahora se le ha ocurrido que los salarios deberían bajar al menos un uno por ciento.

Es simpático el señor Díaz y un empresario infatigable que siempre está pensando la forma de mejorar la situación de las empresas. Es lo que tiene ser el presidente de la patronal CEOE. Y supongo que los empresarios afiliados a esta organización estarán encantados con su dedicación.
Sin embargo, quizás peca de excesiva prudencia, y aunque sus propuestas no encuentren respaldo en el partido del gobierno ni en los de la oposición, no es ningún provocador, como dicen algunos. Al contrario, es prudente y por eso muchas de las medidas que seguramente tendrá en su cartera estarán a la espera de que llegue el momento oportuno.

Veamos algunas que los empresarios posiblemente esperan como agua de mayo.

1) Volver a la semana de seis días laborables. Con la actual semana de lunes a viernes sólo trabajamos el 71,43% de la semana y el 23.81% de las horas que tiene una semana. ¡Esto no hay empresa que lo soporte!

2) Las vacaciones serán voluntarias y por un periodo máximo de quince días naturales. El mes de vacaciones actual es insostenible, ya que supone el 8,33% del año sin trabajar.

3) Las prendas de seguridad, en aquellos trabajos en los que sean obligatorias (cascos, botas, gafas, etc.) deben ser sufragados por el propio trabajador, ya que es quien se beneficia de las mismas. La empresa se los proporcionará, pero le descontará su importe de la nómina, aunque lo repartirán entre las doce pagas del año, para que sea menos gravoso para el trabajador, pero la empresa aplicará un módico interés por el aplazamiento, porque ya se sabe que las empresas están para ganar dinero. Bueno, ya puestos, la empresa también podrá obtener un pequeño beneficio por el suministro de estas prendas, ya que la compra y distribución de las mismas a sus trabajadores tiene un coste que las empresas no tienen por qué asumir.

4) Cuando, por razones coyunturales, sea preciso realizar horas extraordinarias, hasta un cinco por ciento de la jornada laboral anual se considerará ya abonada en la retribución ordinaria. Las que excedan de ese cinco por ciento se retribuirán al mismo precio que las horas de la jornada ordinaria. ¿Por qué ha de valer más lo que el trabajador haga en la hora normal que en la extraordinaria? ¿El empresario no venderá al mismo precio lo producido durante el horario normal que lo producido durante las horas extraordinarias?

Estos son sólo algunos ejemplos. En realidad los empresarios españoles creen que, mientras necesiten trabajadores en sus empresas (¡cuando llegará el día en que todo lo puedan hacer las máquinas!) éstos debería proporcionarlos el estado. Las empresas ya hacen bastante creando riqueza y pagando impuestos; si para eso necesitan trabajadores, que los ponga el estado que es quien se beneficia. Los empresarios no ganan nada con ello. ¡Bueno! Sí ganan, pero es que las empresas están para ganar dinero. ¿Para qué, si no?

Los empresarios españoles son así. Ellos dicen que crean puestos de trabajo, aunque en el último año lo que han creado ha sido un millón y medio de parados. Pero a ellos les parecen pocos, porque creen que el mercado es demasiado rígido. ¿Cuántos parados habrían sido capaces de crear con un mercado más flexible, dos millones, tres? Ni se sabe. Nuestros empresarios cuando se ponen son capaces de todo...
Bueno de casi todo. No seamos chovinistas.

Por ejemplo, lo que es el I+D+i no se les da muy bien. Cuando ya estaban aprendiendo que quería decir aquello del I+D resulta que le añaden una "i" y ahora ya se han despistado de nuevo. Quizás por eso, si cualquiera de nosotros le echa un vistazo a los objetos que le rodean verá que es más difícil encontrar un "made in spain" que acertar la primitiva. ¿Que no?.

Yo he hecho la prueba. El frigorífico es alemán, la vitrocerámica, también; la cafetera, también de Alemania, la lavadora es de una multinacional italiana; el lavavajillas, ¡vaya! por un momento creí que había tenido suerte, pero no, la marca fue española, pero ahora pertenece a una multinacional alemana.

¡Vale, vale! Los electrodomésticos no son nuestro fuerte.

La impresora es japonesa, el monitor coreano, la cpu de USA. ¡Bueno! en informática tampoco destacamos.
Los coches que vemos por las calles es posible que estén fabricados en España, pero ninguno es de una empresa española.

Entonces, ¿qué coño hacen todas esas empresas a las que representa el Sr. Díaz?

Espero anhelante el momento en el que el Sr. Díaz presente sus propuestas para las empresas. Por ejemplo, modernización, productividad, investigación ("I" grande), innovación ("i" pequeña). ¿Lo vamos pillando? En fin, seguro que cuando haga sus propuestas para las empresas nos dejará atónitos. Y es que, bien mirado, lo que necesita cambios es la empresa y no la clase trabajadora. Son las empresas las que cierran y las que mandan a los trabajadores al paro. No son los trabajadores los que se van al paro y obligan a las empresas a cerrar.

Ya sé que es difícil de entender, pero estoy seguro de que el Sr. Díaz con su gran  dedicación y capacidad de trabajo enseguida lo comprenderá.
 



domingo, 9 de agosto de 2009

El AVE de Asturias (II)

Hoy la prensa de Asturias vuelve a hablar del AVE y del Sr. Morlán.

Algunos defensores del Secretario de Estado de Fomento dicen que éste ha dicho la verdad cuando ha afirmado que Asturias ya tiene AVE, porque los trenes Alvia que circulan por Asturias son de altas prestaciones y en Francia, por ejemplo, se los considera como trenes de alta velocidad. ¡Ah! si los franceses dicen eso, no seremos nosotros los que vayamos a decir lo contrario. Hay una pequeña pega en este asunto, y el defensor de Morlán lo reconoce, y es que estos fabulosos trenes no pueden circular a las velocidades del AVE porque lo que no tenemos es el trazado del AVE.
¡Acabáramos! Que nadie se preocupe ni reclame más autopistas. La Autovía del Cantábrico, la de la Espina y cualquier otra que se nos ocurra, ya la tenemos, porque los coches que circulan son los mismos que lo hacen por las autopistas y autovías, es cierto que no pueden ir a 120 Km/hora, pero ése es un pequeño detalle que para Morlán y sus defensores es sólo una cuestión de matices.

El propio Morlán hace unas declaraciones en las que dice que Zapatero prometió la variante para 2009 y ha cumplido. La verdad es que este hombre es la monda. Se han calado los túneles, pero no están puestas las vías y no se espera que circulen los trenes por la variante hasta 2012, pero ¡bah! que son tres años de nada, si hay túneles hay variante, ¿a quién le importa que no circulen los trenes por ella?.

También dice este buen hombre que ha tenido muy malas experiencias con las fechas porque surge cualquier inconveniente y el calendario salta por los aires.

En esto creo que podemos echarle una mano. Lo de las fechas es fácil de entender. Los días tienen veinticuatro horas, las semanas tienen siete días y el año tiene cincuenta y dos semanas. Con estas nociones básicas de Enseñanza Primaria, los técnicos que proyectan las obras hacen unos cronogramas en los que, dicho de una manera muy simplificada, reflejan por días o meses los diferentes estados de la obra que han planificado. El Sr. Morlán se asombraría, si leyera un pliego de condiciones de una adjudicación de las obras de su departamento, al ver cómo en las mismas se establece un plazo de ejecución e incluso las penalizaciones en las que incurriría la empresa adjudicataria si tardara más tiempo del previsto. En fin, que cuando se dice que el plazo de ejecución es de, pongamos, dieciocho meses pues quiere decir que desde la fecha de adjudicación hasta la fecha de terminación deben transcurrir justamente eso, dieciocho meses, es decir, unos quinientos cuarenta días. ¿No es sencillo? Yo creo que sí.
A sus malas experiencias con las fechas ha unido también las dificultades de las obras en Asturias por la orografía y por las posibles presiones municipales sobre el proyecto.

En esto ya ha tocado nuestra fibra sensible. Alguien debió de aconsejar al Secretario de Estado que aludiera a nuestra supuesta singularidad, porque esto sí que nos encanta y que aceptamos rápidamente sin ninguna objeción.

Es que hacer una autopista o una línea férrea en Asturias no es como hacerla en Castilla, nos dicen, y nosotros ahí reconocemos nuestra peculiaridad y estamos por completo de acuerdo. ¡Cómo va a ser igual hacer una obra pública aquí que en otras partes! ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Oiga es que en Galicia y en el País Vasco la orografía no es mejor y allí sí hay plazos, dice algún desconocedor de nuestra idiosincrasia. Pero nosotros rápidamente respondemos: no será mejor, pero como la nuestra ni hablar. Aquí la tierra es más difícil de horadar si se trata de hacer un túnel o es más inestable si se trata de hacer una buena cimentación.

Nos han inculcado estas milongas durante tantos años para justificar retrasos y falta de inversiones en nuestras obras públicas que es algo que ya tenemos en nuestra información genética.

Un niño asturiano de educación infantil que aún no ha aprendido a leer ni a escribir sabe ya que las obras públicas tienen más dificultades en Asturias que en ningún otro lugar de España y, si me apuran, del mundo.

¡Cómo van a dar fechas y establecer calendarios! ¡Así no hay quien pueda! Las obras se van haciendo poco a poco y salvando las enormes dificultades como se puede. ¡Ya se terminarán!

Como dicen algunos, esta obra es colosal (la mayoría de las obras públicas en Asturias lo son) y lo importante es que se termine con plenas garantías. Algo que nadie sabe muy bien que quiere decir, pero que suena estupendamente.

Y para terminar, y aunque no se trata del AVE, decir que espero impaciente la próxima visita del Sr. Morlán a ver si nos dice que Zapatero también ha cumplido la promesa de eliminar el peaje de la autopista del Huerna. Voy a darle una pista, por si le puede ayudar. Las cabinas donde cobraban el peaje que estaba en la zona asturiana ya las han quitado y ahora sólo cobran en las cabinas de la zona leonesa. El importe que se paga es el mismo, sólo que de una sola vez, pero, de manera literal, en Asturias ya no se paga peaje.

sábado, 8 de agosto de 2009

El AVE de Asturias

Andan los socialistas asturianos algo disgustados porque el Secretario de Estado de Fomento ha venido a a Asturias y ha dicho que "nos guste o no Asturias ya tiene AVE".

¿Por qué están enfadados los socialistas tras recibir esta gran noticia? Pues supongo que lo estarán porque habrán llamado a RENFE para pedir un billete de AVE a Madrid y les habrán dicho que llamen dentro de cinco o seis años porque ahora mismo AVE, lo que se dice AVE, a Madrid no hay.

Dicen los socialistas asturianos que no se puede decir lo que dijo el Sr. Morlán porque la gente no es tonta. ¿Hemos de pensar entonces que el Sr. Secretario de Estado cree que sí lo somos? No creo. Así que si no hay AVE y el Sr. Morlán no cree que los asturianos seamos tontos, sólo queda una posibilidad: él ha dicho lo que cree que es cierto, es decir, que él está convencido de que ya hay AVE a Asturias. 

Esto aclara bastante las cosas. Por ejemplo, por qué no da plazos ni inversiones para el AVE. ¿Otro AVE para Asturias? pensará. Y por eso no hace mayor caso. Pensará, acertadamente, que en otros sitios hace más falta que en Asturias donde ya tenemos uno y ahora pedimos otro. Si fuera asturiano diría que estamos "refalfiaos" (DGLA: "Hastiado de cosas buenas").

Yo creo que la única manera de que Morlán reconozca su error es pidiéndole que la próxima vez que venga a Asturias lo haga en tren, si quiere hacerlo en AVE pues que lo haga. Estoy seguro de que cuando hay terminado su viaje habrá caído en la cuenta de que nuestro AVE necesita mejorar mucho para poder hacer el trayecto  Madrid - Gijón en tres horas y no en las actuales cinco horas y diez minutos. Quizás nuestro AVE tenga las alas rotas, quizás no sepa volar bien todavía o quizás el Sr. Morlán tiene una cara de una dureza desconocida; ¡y mira que aquí en Asturias hay políticos con la cara dura...!

Qué pena que nuestro Presidente ya no sea aquel brazo de mar que se enfrentaba a Álvarez-Cascos y lo acusaba de falta de lealtad institucional. Si siguiera siendo el de entonces tendríamos que oírlo hablar de José Blanco o del tan mentado Morlán. Pero los años no perdonan y Vicente Alberto Álvarez Areces ya no es el de antes. 

¡Que nadie piense que es porque Álvarez-Cascos era del PP y los de ahora son del PSOE! ¡Ni hablar! Eso para Areces carece de importancia, para él Asturias es lo primero. Él sabe bien que no somos tontos y que no le perdonaríamos si no fuera así. ¿A qué no?