domingo, 21 de septiembre de 2008

Los empresarios y la economía de mercado

Los empresarios de nuestro país son personas con grandes capacidades y que, como se suele decir, ven crecer la hierba. Por eso no han tardado en darse cuenta de que el mercado está muy bien cuando ganan dinero, pero deja de tener atractivo cuando lo pierden. Por esta razón el presidente de la CEOE ha pedido que se abra un paréntesis en la economía de mercado porque, dice, se corre el riesgo de que las empresas se desmoronen una tras otra.


Seguramente tiene razón y ocurriría eso, pero yo no le he oído decir nada de qué harían los empresarios con todo el dinero que han ganado en los último, digamos, diez años.


Siempre nos habían dicho que los empresarios debían ganar dinero porque arriesgaban el suyo, pero ahora parece que ya no es así y quieren ganar dinero, pero no perderlo. Lógico, a nadie le gusta perder su dinero, pero entonces se quiebra el modelo que decían defender.


Pongamos un paréntisis dice el presidente de la CEOE. Que intervengan las instituciones y que flexibilicen el mercado laboral, ha dicho el president de la Cámara de Comercio de Gijón. La situación es grave. Cierto. Pero puestos a pedir, porque no piden que el estado se haga cargo de todas las empresas y les ingresen unos buenos millones todos los años en su cuentas corrientes. Total, bien se lo merecen, son unos grandes empresarios acostumbrados a ganar mucho dinero, pero reacios a perderlo cuando pintan bastos. ¡Pobres!


¡Que no se preocupen! Los trabajadores estarán encantados de pagar con sus impuestos la salvación de sus empresas, con tal de seguir trabajando. Ya se sabe que eso del trabajo es un vicio terrible y los trabajadores son incapaces de vivir sin él. Y cuando estén salvadas que no se molesten en volver a dirigirlas, les pagaremos para que se queden en sus casas y sigan acudiendo a sus reuniones, navegando en sus yates y dándonos un día sí y otro también sus recetas económicas.


Ya sabemos que esas recetas son incomestibles, que saben mucho de economía pero que sus empresas se ponen al borde del abismo a la primera de cambio, sin que hayan podido barruntar ni de lejos lo que se les venía encima. ¡Que más da! Son empresarios: deben ganar dinero y ser millonarios. Para eso están en este mundo, para que el resto de los mortales los veamos en sus coches de lujo y en sus fiestas deslumbrantes. ¿Perder dinero? ¿Arruinarse cuando los negocios van mal? ¡Hasta ahí podíamos llegar! Lo que debe hacer el gobierno es intervenir para salvar las empresas y flexibilizar el mercado laboral para que se pueda despedir a los trabajores gratis (pagando ya se puede hacer ahora), porque éstos sí que pueden arruinarse si sus empresas van mal. Los trabajadores sí que pueden quedarse en paro y perder todo lo que tienen. Pero ya se sabe, son trabajadores. Es decir, existen porque no queda otro remedio. ¡Qué pena! piensan nuestros empresarios, que las empresas necesiten trabajadores, con lo felices que podrían ser si no necesitaran a esas personas tan desagradables empeñadas en comer tres veces al día, vivir con cierta comodidad y querer ganar un poquito más todos los años, lo justo para poder seguir pagando la hipoteca y el recibo de la luz. Bueno, últimamente se van algún que otro año de vacaciones y hasta llevan a sus hijos a la universidad. ¡No sé a dónde vamos a llegar!


Y los empresarios, entre tanto, desviviéndose por el bien común y por hacer un país más próspero. ¿No se merecen un pequeño paréntesis en la economía de mercado? Se merecen algo más. Se merecen todo un corchete.


¡Qué rico es nuestro idioma! Dice la acepción sexta del diccionario de la RAE que corchete es "Ministro inferior de justicia encargado de prender a los delincuentes".


Nota bene: si alguien tiene noticias de los sindicatos de clase, por favor que lo haga saber. Se gratificará.

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