miércoles, 3 de septiembre de 2008

El gobierno inerme ante la crisis

Comienza el nuevo curso después de las vacaciones y los pronósticos para este último cuatrimestre y para el año que viene son terriblemente pesimistas. Quizás por ello el presidente del gobierno ha decidido hacer una ruta por los Picos de Europa acompañado por la cámaras de Cuatro (¡como no!), para que los españolitos veamos que tiene fondo para aguantar la crisis y lo que le echen.

Pero la cuestión no es el fondo del presidente, sino cuándo tocará fondo nuestra crisis, cuántos trabajadores quedarán sin empleo y cuánto tiempo tardaremos en recuperarnos.

Los días de vino y rosas se han terminado y ya no sabemos qué explicaciones son más patéticas, si las de José Blanco o las de Pedro Solbes. Pero lo que está claro es que el gobierno no tiene ni idea de qué puede hacer para aminorar los efectos de la crisis y sigue insistiendo en que las causas son externas, es decir, sigue empeñado en convencer al personal de que no es culpa suya. Y en parte así es, no todo es culpa del gobierno, aunque una gran parte sí lo es, de éste, del anterior, también socialista, y de los ocho años del PP, porque ninguno supo tomar medidas para tener una economía más productiva y menos dependiente de la construcción. Pero lo más importante ahora no es quién tiene la culpa de la crisis, sino de quién es la culpa de que no se estén tomando las medidas adecuadas para atajarla. Y el culpable de esto sí que es el gobierno actual, que no sólo la negó, sino que no quiso o no supo tomar ninguna medida.

El gobierno se muestra incapaz y las Comunidades Autónomas siguen pidiendo recursos como si sólo el gobierno central tuviera que arreglárselas con la crisis y ellas, pieza importantísima de la administración, dada la gran cantidad de competencias que tienen asumidas, no tuvieran nada que hacer al respecto.

Todos quieren gastar y nadie quiere asumir responsabilidades. Mientras, José Blanco con una falta de sensibilidad digna de mejor causa dice que en España se vive muy bien. Sin embargo cada día se pierden miles de puestos de trabajo. Sería bueno que dejara de mirarse el ombligo. Todos sabemos que él sí vive mejor, pero hay cientos de miles de personas que están empezando a vivir mucho peor.

Hay demasiadas personas incapaces de distinguir su situación personal de la del resto de sus compatriotas y cuando esas personas son los políticos que nos gobiernan no podemos esperar nada bueno.

Por cierto, ¿se sabe algo de los sindicatos de clase?

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