sábado, 16 de enero de 2010

Ministro de Fomento y azote de controladores

Anda nuestro Ministro de Fomento hecho un brazo de mar en su batalla contra los controladores aéreos. Ha dicho que tiene la determinación, no, la firme determinación de acabar con los sueldos de escándalo de dichos profesionales.

Nos ha contado cuánto han cobrado por término medio y nos has explicado que algunos de ellos han alcanzado cifras exorbitantes gracias a las horas extraordinarias.

Yo, que soy muy mal pensado, he visto en el Ministro la determinación, no, la firme determinación de emplear la demagogia en su más pura esencia.

Tras sus manifestaciones siempre sale algún tonto inútil que dice eso de que en una España de mileuristas son un escándalo los sueldos de los controladores.

Supongo que cuando afirman esto están pensando en los notarios, los registradores de la propiedad, los diputados, los senadores, los ministros, los secretarios de estado, los directores generales y todas esas personas que, como todos sabemos, son mileuristas honoris causa.

El caso es que como tengo la mala costumbre de pensar en las cosas que nos dicen nuestros ilustres gobernantes, me ha dado en pensar qué ha hecho el PSOE desde que ha vuelto al poder, hace casi seis años, con este asunto de los controladores.

Si los controladores ganan lo que ganan es porque así está estipulado en su contrato de trabajo o en su convenio. Y si deben hacer tantas horas extraordinarias como parecen indicar sus retribuciones, supongo que es debido a una plantilla escasa y mal dimensionada.

Ante esta situación y tras seis años perdidos, el Ministro de Fomento debe hacer alguna o varias de las siguientes cosas:


a) Renegociar el convenio de ese colectivo para ajustar sus emolumentos a cifras más acordes con la opinión del Ministro de Fomento.


b) Ampliar la plantilla de controladores de modo que, por un lado, eso haga tender los salarios a la baja y, por otro, disminuya el número de horas extraordinarias que realiza el colectivo.


c) Vigilar las bajas de los controladores si sospecha que puede haber fraude en alguna medida.


Una vez hecho eso, lo cual, por otra parte, es su obligación ya que AENA es de su exclusiva competencia, podrá salir en rueda de prensa y contárnoslo, pero lo que resulta patético es que lo haga ahora, culpabilizando a ese colectivo de trabajadores (sí, trabajadores por privilegiados que sean) de determinadas situaciones y de percibir unos salarios que, aunque sean escandalosos, no parece que sean ilegales.


Espero que el Ministro con la misma determinación, no, con la misma firme determinación, denuncie públicamente e intente modificar otras situaciones de privilegio como las siguientes:


a) que sólo los políticos, en este país, puedan cobrar dos salarios o pensiones públicas, cuando eso resulta incompatible para el resto de españoles.


b) que un diputado pueda percibir la pensión máxima de jubilación con tan solo ocho años de cotización como tal, cuando cualquier españolito necesita hacerlo durante treinta años.


c) tampoco estaría mal que denunciara con firme determinación algunos casos de salarios más que cuantiosos que perciben miembros de su propio partido, del que él, además, es número dos, por lo que no le sería nada difícil suprimirlos.


d) también podría intentar suprimir los dobles cargos representativos con sus dobles remuneraciones: concejales y senadores, por ejemplo.


e) de paso, también podría echarle un vistazo a las dietas que perciben muchos cargos políticos por su pertenencia a los consejos de administración de empresas públicas, municipales o participadas por ayuntamientos, diputaciones o Comunidades Autónomas.


Esta relación no es exhaustiva, sino meramente enunciativa, por lo que, el Sr. Blanco, tiene trabajo para continuar con su campaña con determinación, no, con firme determinación.


Y que usted lo vea.




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