jueves, 8 de agosto de 2013

Olli Rhen y el fin de la crisis

Olli Rhen es un hombre prudente y no desea terminar con la crisis económica de España de un plumazo, ¡ni hablar! Prefiere ir poco a poco, paso a paso, por eso propone, como el FMI, que los salarios bajen sólo un 10%.
Si con un 10% de bajada se podrían poner las bases para ir terminando con la crisis, un hombre más ambicioso que el bueno de Olli podría proponer bajar un 20, un 30 o un 40%. Con el 50% de bajada se daría un buen mazazo a la crisis con toda seguridad.
Pero Olli es un gris funcionario de la UE y no piensa en grande, por eso sólo se atreve a proponer una disminución de los salarios del 10%.
Sin embargo, no nos engañemos, la solución está en nuestras manos y sólo por nuestro egoísmo y nuestra mala cabeza seguimos hundidos en esta larga crisis económica que ha traído unas insoportables tasas de paro.
Todos sabemos que con el pleno empleo o, al menos, reduciendo el paro a cifras más soportables se pondría fin a la crisis. Pues bien, la solución es fácil y sólo necesita de dos medidas que el gobierno puede adoptar mañana mismo.
La primera es decretar que el trabajador desempeñará su trabajo sólo por la comida. ¡No, no, no! que nadie se alarme. Tendrá derecho a tres comidas diarias y en el caso de empresas especialmente saneadas tendrá derecho también a una frugal merienda.
La segunda medida, mucha más sencilla que la anterior es decretar el trabajo obligatorio: todas las personas humanas mayores de 14 años deberán poder acreditar el carné de trabajador que la empresa empleadora les facilitará tras la renuncia del empleado a la tercera comida del día (la cuarta en el caso excepcional de que tuviera derecho a cuatro) durante 48 meses.
La propuesta de Olli Rhen demuestra la cortedad de miras de la UE y la falta de planteamientos ambiciosos para terminar con el paro y, por ende, con la crisis económica.

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