Ha dicho Rajoy este fin de semana que están perdiendo su trabajo los jóvenes con contratos temporales y que, aun así, Zapatero no quiere cambiar las condiciones del mercado de trabajo. Y la pregunta es inmediata: ¿para que pierdan su empleo los mayores con contrato fijo?
Ya sé, ya sé, dirán Rajoy y los de la teoría del cambio de mercado laboral: de lo que se trata es de que nadie pierda su trabajo o que, de ocurrir, lo recupere pronto.
Hasta hace cuatro días España creaba la mitad del empleo que se creaba en la UE y ahora creamos la mitad de todo el paro que se crea en la UE. ¿Es el mercado de trabajo lo que falla? Las condiciones de contratación y despido son las mismas ahora que antes. ¿Qué falla entonces?
Falla el sistema económico. Y si falla ese sistema, eso es lo que hay que cambiar y no el mercado de trabajo. Es posible que al final del camino también sea preciso cambiar éste, pero sólo al final, muy al final, diría yo.
La situación actual prevé soluciones suficientes para las empresas que atraviesan dificultades. Los EREs son instrumentos con los que la empresa ve reducidos a 20 días por año las indemnizaciones por cese. Ya no son los cacareados 45 días que todo el mundo dice de manera interesada y que sólo son para el caso de despido improcedente, es decir, cuando la empresa no tiene razones objetivas para despedir al trabajador.
En este país hay demasiados mecánicos que, cuando el coche va a tirones dicen que la solución es cambiar los neumáticos. Quizás las ruedas estén algo gastadas, pero primero es necesario arreglar el motor. Si éste no funciona, las ruedas no sirven para nada, aunque sean nuevas y de primera calidad.
En fin, el PP debe ir preparando un líder para el siglo XXII, porque, si en medio de una crisis como la que padecemos, con más de cuatro millones de parados y con el riesgo cierto de alcanzar los cinco, su mensaje es cambiar el mercado de trabajo, como no lo voten los selenitas, me temo que en España no gana ni aunque el PSOE presente de candidata a Bibiana Aído.
¡Con su pan se lo coman!
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