sábado, 16 de mayo de 2009

Copa del Rey, píldora, aborto y Semana Negra ¡Vaya mezcla!

Miles de personas en la final de la copa del rey silban la entrada de los reyes y el himno nacional. Y nuestros políticos se felicitan porque, dicen, la afición se comportó de manera ejemplar. ¿Qué clase de educación habrán recibido para considerar ese comportamiento como algo ejemplar?
Las niñas podrán tomar la píldora del día siguiente sin receta y sin conocimiento de sus padres.

He oído alguna explicación peregrina. Un periodista decía el otro día en una tertulia que como se habían despenalizado las relaciones sexuales en menores hasta los trece años (no sabía yo que en algún tiempo se encarcelara a los menores que tenían relaciones sexuales. ¡Ah! que lo que estaba penado era que un adulto tuviese relaciones con una menor. ¡Qué raros eramos!). Pues eso, que como ya podían tener relaciones sexuales, era lógico que pudieran conseguir al píldora del día después sin ningún problema. Supongo, entonces, que, como también pueden contagiarse con alguna enfermedad venérea, también podrán comprar los antibióticos sin receta médica. ¿No? Vaya, ¡qué raro! ¿Lo sabrá Bibiana?

Y si se olvidan de tomar la píldora del día después, pues podrán abortar sin decírselo a nadie. Yo esto no acabo de entenderlo. Todas las defensoras del aborto libre, el derecho de la mujer a decidir, y bla, bla, bla, dicen que ninguna mujer quiere abortar y que supone un trauma tremendo. Y yo estoy de acuerdo. ¿Y se permite que una menor de edad pase por ese trance sin el apoyo o el consejo o el cariño de sus padres? ¿Quién la ayudará a superar ese terrible trance?

¿Y a quién le importa? Parecen contestar nuestros políticos. Lo que se trata es de que las jóvenes no den la lata. Mira chica, si tienes un problema, porque has cometido la imprudencia de mantener relaciones sexuales sin tomar precauciones y temes haberte quedado embarazada, coge veinte Euros y tómate la píldora del día después, y si no se te ha ocurrido tan brillante solución, ve a alguna clínica y aborta. ¿Gratis? No, monina, pagando que las clínicas que luchan por la libertad de la mujer han de vivir de algo. ¡Bueno, tú misma! pero luego no vengas con el rollo de que eres menor, tienes un hijo y necesitas ayudas para salir adelante. El Estado ya ha hecho por ti todo lo que tenía que hacer. ¡Adiós! que tenemos que seguir dando ayudas a los bancos y a los fabricantes de automóviles que esto de la crisis está cada vez peor. ¡Por dios!, qué rollo con eso de la vida y la maternidad. ¡Como si no hubiera cosas más importantes! ¡Todo esto es culpa de la Iglesia!

Porque de eso se trata, de que no les den la lata.

¿Alguien en su sano juicio cree que muchas menores y bastantes mayores tendrán la suficiente responsabilidad para actuar teniendo en cuenta que la píldora del día después es una solución excepcional, que no puede tomarse como se toma una aspirina?

¡Vale! muy bien, admitamos que pueda comprarse sin receta en las farmacias. Para cuidar de la salud de esas mujeres, al menos de las menores, ¿qué tal, que la farmacia les pida el carnet de identidad e introduzca sus datos en un ordenador del servicio de salud el cual dispare una alarma si se detecta un consumo inadecuado? ¡Qué cosas tengo! ¡Un registro para controlar a las menores! Si hacen un consumo irresponsable, ¡allá ellas! Lo que nos faltaba, controlar a las menores, como si fueran menores.

Aquí en Gijón, nuestro iconoclasta oficial, como siempre que alguien pone alguna objeción a su gran invento llamado "Semana Negra", ha insultado al rector de la Universidad porque, ¡a quién se le ocurre! no desea que tan magno acontecimiento se emplace al lado del campus. Es que es un transgresor y un "enfant terrible", dijo el concejal Sariego, para disculpar al escritor. Porque si tú insultas a una persona de izquierdas eres un "facha", pero si eres de izquierdas e insultas, entonces eres un transgresor.

¡Papá, papá! ¿insultar y transgredir es lo mismo? No, hijo, no lo es, pero ni Sariego, ni Taibo lo saben. Bueno, como ya eres bastante mayor, te voy a decir la verdad, sí lo saben, pero quieren engañarnos.

La que también lo sabe, y muy bien, es la señora alcaldesa que, en esta ocasión ha demostrado que es ambas cosas, señora y alcaldesa, y le ha dicho a PIT (¿bull o caniche?) que hasta aquí llegamos y que tener un trato superhipermegaprivilegiado (y subvencionado, ¡claro!) por el Ayuntamiento y el Principado para organizar su "Semana Negra" sólo le da barra libre para insultar al PP. Al resto, un respeto.

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