domingo, 20 de junio de 2010

Política, Economía y Titulares de Prensa

Da gusto levantarse un domingo por la mañana, bajar al kiosko, comprar los periódicos y echar una ojeada a los titulares.

Antonio Trevín, Delegado del Gobierno en Asturias, dicen que dijo “hemos aprendido que no se puede construir en lugares inundables”.

He escrito dicen que dijo porque no creo que el Sr. Trevín, maestro de profesión, según tengo entendido, no supiera algo tan elemental.

En cualquier caso, y aunque hubiera empleado la primera persona del plural por generosidad con sus compañeros de partido o de profesión política, creo que es necesario establecer una PAP (Prueba de Acceso a la Política) en la que los candidatos a tan noble oficio demuestren unos mínimos conocimientos y un mínimo sentido común para evitar que tengan que aprender cosas elementales a costa de ingentes pérdidas económicas de particulares y administraciones. Tratan con un material que, como se está viendo en los último meses, es muy escaso, nuestro dinero, así que deberían llegar a la política enseñados de casa y no aprender a costa de desgracias particulares y colectivas.

Otro titular interesante: “hay que renunciar al AVE entre Lena y Gijón porque es un lujo”. El autor de esta perla es Severino García Vigón, a la sazón, presidente de la FADE (Federación Asturiana de Empresarios) Vicepresidente de la CEOE y Presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo. A estos títulos, ya de por sí merecedores de la máxima admiración, es necesario añadir el de empresario ilustre.

Este hombre de tan grandes merecimientos y tantísimo valor, a mí, me parece un lujo.

Y el último titular: “hay que bajar salarios; antes se hacía sin que nos diéramos cuenta, con devaluaciones”. Esta perla es del eminente J.R. Álvarez Rendueles, Presidente de Arcelor en España.

Me gustaría hacer dos puntualizaciones a la afirmación de este preclaro empresario. La primera es que, aunque somos un poco tontos, estamos poco instruidos y de lo único que somos presidentes es de nuestra comunidad de vecinos y eso sólo muy de cuando en cuando (gracias a Dios), sí nos dábamos cuenta de que nuestros sueldos se volvían más pequeños cuando devaluaban la peseta. La segunda es que esas devaluaciones eran injustas porque afectaban por igual a ricos y pobres (ya sé que es una terminología anticuada, pero no se llamar de otra manera a los que tienen mucho dinero y a los que tienen poco), pero bajar los salarios es más injusto aun, porque sólo afecta a los pobres y a los que no son ricos.

Y también me voy a atrever, con todo respeto y desde mi ignorancia, a hacerle dos preguntas. ¿Sabe lo que están cobrando en su empresa los cuadros? Si no es así, puede leer los diarios asturianos de hace unas semanas, y luego decirnos qué le parece. La otra pregunta es ¿cuánto ha bajado su sueldo desde que comenzó la crisis?

Y finalmente una pregunta para los que afirman que la reforma laboral del gobierno ha sido una “reformita” que se ha quedado corta y que es necesario profundizar más: ¿que tal un régimen de semiesclavitud en la que los obreros perciban un pequeño estipendio para sus vicios (ya se sabe como son) y que coman y duerman en barracones de la propia empresa, mientras estén trabajando para ella? Supongo que tampoco verían mal la desaparición del antiguo INEM y la abolición del Estatuto de los Trabajadores y volver a la plaza pública, en la que cada mañana se reunirían los trabajadores para que el patrón contratara a aquellos que necesitara ese día y le parecieran más aptos o más fuertes o menos conflictivos. Claro que la plaza ahora ya no sería un lugar físico, hemos avanzado mucho y somos un país tecnológicamente desarrollado, y se haría todo por un internet: mucho más limpio y menos engorroso.


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