miércoles, 18 de junio de 2008

El PSOE quiere apropiarse el ascenso del Sporting de Gijón

El Sporting de Gijón ha ascendido a primera división después de 10 años en segunda. El espectáculo el domingo pasado en El Molinón fue emocionante y las celebraciones al final del partido y al día siguiente mostraron a una ciudad poseída por una especie de histeria colectiva en la que la felicidad de cada uno parecía depender únicamente de la felicidad común, del triunfo del equipo de fútbol.

Las autoridades locales y autonómicas participaron en la fiesta, colaboraron en su organización e hicieron las correspondientes recepciones oficiales a los jugadores, técnicos y directivos del equipo.

Hasta ahí todo perfecto. Espero escribir próximamente de mis temores sobre el futuro, no tanto futbolístico como de gestión. Pero estaba esperando a que los ánimos se serenaran porque tampoco se trata de ser un aguafiestas. Sin embargo, hoy me he decidido a escribir acerca de otros aspecto, animado por un artículo publicado en el diario El Comercio y firmado por José Manuel Sariego, Secretario del PSOE de Gijón. Decía el bueno de Sariego que algunos concejales del PP habían sido oportunistas uniéndose a las celebraciones del ascenso y que lo eran porque no habían querido ser oportunos, como sí lo fue la alcaldesa, cuando acudió para ayudar económicamente al Sporting a pesar de las críticas de la oposición. Alababa, en cambio, la actitud de los ediles de IU que también habían estado en contra de dichas ayudas, porque, según él, habían tenido la coherencia de no sumarse a la celebración.

Tengo que reconocer que no me ha sorprendido el contenido del artículo, aunque sí que se pusiera negro sobre blanco y en un periódico, sin el menor asomo de pudor.

El escrito del Sr. Sariego deja ver claramente el concepto patrimonialista del poder que tienen muchos políticos. Y lo tienen tan asumido que ni tan siquiera se dan cuenta de ello. De ahí que lo demuestren de manera tan abierta y diáfana.

Lo primero que debe recordar el Sr. Sariego es que la alcaldesa ayudó al Sporting con nuestro dinero, con el dinero de todos los gijoneses, con el de los que votaron al PSOE y al PP y a IU, con el de los que votaron a otras fuerzas políticas sin representación y con el de los que no votaron a nadie. Con el de todos, Sr. Sariego. De modo que la ayuda al Sporting, querida o no, criticada o no, fue de todos los gijoneses.

Yo no estuve de acuerdo con la compra de Mareo y sigo sin estarlo. No creo que las instituciones públicas deban ayudar económicamente a entidades privadas, más allá de lo que se estima razonable y la compra de Mareo no lo era. Sigo pensando, por tanto, que el ayuntamiento no debió hacer esa compra. El uso del dinero de todos los gijoneses ha de redundar en todos nosotros y no creo que se pueda defender razonablemente que la compra de Mareo haya beneficiado a los gijoneses en modo alguno.

Ahora bien, una vez que el equipo de gobierno decidió hacerlo y lo hizo, ¿qué debemos hacer los que nos oponíamos? ¿entristecernos por el ascenso del equipo? Sr. Sariego, el que pensáramos que no debería haberse tomado tal medida no quiere decir que no sintamos a la ciudad e incluso al equipo de fútbol que la representa, lo único que quiere decir es que tenemos otras prioridades.

Voy a ponerle un ejemplo que quizás le permita entender mi razonamiento. Si una persona piensa que un familiar debería ser “desenchufado” para que no siga sufriendo, pero su familia más directa les pide a los médicos que continúen el tratamiento unos días más para ver si se produce el milagro, si finalmente el enfermo se recupera ¿qué debe hacer aquella persona, irse a su casa apesadumbrado por la curación inesperada? ¿no podrá alegrarse de la mejoría de aquél al que había dado por desahuciado?

Sr. Sariego, no quiera colgarse, ni colgar a su partido más medallas que las que estrictamente les corresponden. El amor a una ciudad, a un equipo, a unos colores, no se demuestran gastando el dinero de los contribuyentes. Se demuestra, en todo caso, gastando el dinero propio.

También hay otras formas de demostrarlo. Le voy a sugerir una: averigüe por qué el Sporting cayó en manos de quien cayó y qué responsabilidad tuvo en ello el entonces alcalde y ahora presidente del gobierno de Asturias, Sr. Areces. Por cierto, correligionario suyo. A lo mejor se encuentra con que el equipo de gobierno fue, en su día, parte del problema como lo fue después de la solución. Pero, eso sí, siempre con nuestro dinero. ¿A que le suena todo esto?

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