"No se puede ser más chusco y meterte en el Niemeyer para descubrir que alguien se tomó ocho cubalibres u ocho gintonics en una cafetería de Oviedo y que se han cargado a cuenta. Hay que ser muy zarrapastroso, muy zarrapastrosos, para fijarse en eso cuando, en fin, sería cuestión de sentarse y si hay alguna dificultad con los números que los aclaren; y si hay reclamación que hacer, hacerla, pero dar eso a la prensa como iniciativa... ¡Pero en qué país estamos; qué broma es esta!"
Esto es lo que dice Víctor Manuel en La Nueva España de hoy.
No seré yo quien defienda los modos del gobierno regional en el caso del Niemeyer, pero que venga Víctor Manuel a quitarle importante a las irregularidades económicas y a reducirlas a unas copas cargadas a las cuentas del Niemeyer es una broma patética, mucho más patética cuando sus correligionarios montaron todo un escándalo a costa de unos trajes supuestamente regalados a Camps (y conste que no defiendo a Camps, ni mucho menos).
Es lamentable que en este país no se pueda mantener una posición independiente, que sea tan difícil encontrar personas que sean capaces de juzgar de igual modo las mismas conductas cuando afectan a personas de diferentes signos políticos.
Las irregularidades contables, el abuso del cargo, el derroche, el amiguismo, la prepotencia, la corrupción son denunciables, despreciables y deben hacerse públicas, porque el dinero defraudado es nuestro, y debe corregirse, sea quien sea y pertenezca al partido que pertenezca el culpable de las mismas.
El gobierno regional no actuó con el tacto debido en el Niemeyer, el Psoe no tuvo ningún interés en llegar a un arreglo, más interesados en poder echar sobre Foro el baldón de cargarse el Centro y el PP, como en tantas otras cosas, hizo por la tarde lo contrario de lo que decía por la mañana sólo para perjudicar a Foro.
Víctor Manuel y tantos como él deberían quitarse las anteojeras de la ideología y los prejuicios de la amistad y reconocer que lo que está mal está mal lo haga el Psoe o el PP o Foro o IU.
Por cierto, ¿le parecerán zarrapastrosos todos los implicados en los casos Marea y Renedo y los que mirando para otro sitio o sin mirar par ningún lado permitieron que ocurrieran?
Pues nada, cuando tenga un rato, que nos lo cuente.
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