La
RTPA es uno de los
tantos dislates cometidos por los gobiernos del PSOE en Asturias
cuando se pensaba que el dinero era infinito y que daba para
cualquier ocurrencia.
Las
televisiones autonómicas se han convertido en un pozo sin fondo, en
un agujero negro del dinero público del que se alimentan de manera
directa e indirecta.
Es
posible, como dijo Areces, que la RTPA sea muy austera, pero antes
que austera es innecesaria. Ese es el quid de la cuestión.
Como
innecesarias son todas las televisiones autonómicas.
En
un país en el que existen varios operadores de cable con decenas de
canales de televisión, con varias decenas de canales en abierto de
la TDT, ¿para qué se necesitan televisiones públicas?
El
derecho a la información está más que garantizado para todos los
españoles. Y las televisiones autonómicas, y, si me apuran, los
canales públicos nacionales carecen de sentido.
No
tendría mayor importancia la existencia de cuantos canales públicos
fueran necesarios si se pudieran mantener sin acudir a los
presupuestos autonómicos, pero no es así y, por tanto, lo lógico
es privatizarlos.
El
mayor problema de la RTPA es que nunca debió crearse. Si el gobierno
quería promocionar nuestra cultura y divulgar nuestras costumbres,
habría sido mucho más barato patrocinar programas en los canales
privados, en lugar de crear una RTPA que, además de ese contenido
más que minoritario en su parrilla, se dedica, por ejemplo, a poner
westerns o a retransmitir carreras de Fórmula 1 que también
retransmite una cadena privada de ámbito estatal.
Es
una lástima que se puedan perder varios centenares de puestos de
trabajo, por supuesto, pero la continuidad o no de la RTPA debe
basarse en otros argumentos.
Al
fin y al cabo, si todos los déficits se pudieran amparar en los
puestos de trabajo, sería muy fácil tener pleno empleo. Pero
nuestra economía no podría soportarlo.
Quienes
crearon la RTPA y quienes ahora se oponen a reconducirla con ajustes
y, si fuera el caso, con la privatización, deben explicar también
de dónde proponen recortar el gasto público o de dónde creen ellos
que debe sacarse el dinero para emplear en inversiones productivas.
El
dinero es el que es y es muy poco y si la economía sigue con el
encefalograma plano será todavía menos. Hay que reducir gastos y
sacar dinero para dinamizar inversiones.
A
final de septiembre el paro registrado en Asturias ascendía a 82.122
personas, el 8,1% más que en el mismo mes de 2010 y una tasa del
17,2%.
El
que quiera más datos puede consultarlos en el Instituto
Asturiano de Estadística.
El
que tenga otras fórmulas, por favor, que las cuente ya. No hay
tiempo que perder.
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