El anuncio de Trichet de que es posible que suba el tipo de interés dentro de un mes es un aviso, cuando menos, imprudente. Siempre nos habían dicho que las devaluaciones de la moneda y las subidas de los tipos de interés y otras medidas económicas no deben anunciarse nunca con antelación, es más, deben negarse hasta el minuto antes de que se hagan efectivas. Las razones son evidentes y no hace falta explicarlas, y la subida del euribor de estos días es la prueba del nuevo. ¿Quién hará el agosto con este aviso? Los de siempre: los que tienen dinero y pueden aprovechar la coyuntura.
Pero no es sólo que sea imprudente hacer con tanta antelación un aviso de este tipo, es que yo tengo grandes dudas de que sea lo más recomendable.
El motivo de Trichet para elevar los tipos de interés es la tendencia al alza de la inflación. Pero gran parte de la inflación tiene su origen en la subida del petróleo, y no tanto en el crecimiento del consumo.
En España no se consume y en los países de Europa donde está creciendo la economía, ésta lo hace gracias a las exportaciones y no al consumo interno que, como el caso de Alemania, está totalmente retraído.
Por eso no es nada seguro que la receta sea subir los tipos. Cuando la subida del petróleo amenaza con terminar con la débil recuperación de la economía en USA y en aquellos países de Europa que habían empezado a crecer, y la sombra de la recesión ha vuelto a aparecer en el horizonte, la medida de Trichet se hace efectiva puede hacerla inevitable.
No podemos olvidar que el simpático Trichet decidió en 2007 elevar los tipos de interés porque la inflación era una muestra del recalentamiento de la economía, según nos explicaba muy serio. Cuando la realidad era que la economía se estaba congelando y se congeló por completo pocos meses después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario