Mamá Ángela, conocida en su trabajo como señora Merkel ha convencido al bueno de Zapatero de que es necesario relacionar los incrementos salariales con la productividad. Nuestro presi no estaba muy de acuerdo y es posible que siga sin estarlo, pero, como en tantas otras cosas, el pobre, lo hace por nosotros. Él piensa que lo mejor es otra cosa, pero se sacrifica y hace esas cosas que el cree que no son buenas porque piensa que es lo mejor para nosotros. ¿Usted lo entiende? No se preocupe, ni usted ni nadie, sólo unas pocas mentes privilegiadas como las de Zapatero, Chaves o José Blanco pueden entender algo así.
Veamos ahora un ejemplo de lo que significa ligar los salarios a la productividad.
Supongamos que una empresa fabrica 100 unidades de producto que vende en el mercado a 1.000 Euros cada una. Supongamos que el beneficio del empresario, lo que le queda después de pagar las materias primas y todos los costes de producción, es de un 5%. Cuando haya vendido las 100 unidades fabricadas, habrá ganado 5.000 Euros.
Al año siguiente, los trabajadores, que son un poco zánganos, todo hay que decirlo, siguen fabricando las mismas 100 unidades de producto, pero como ha costado más fabricarlas porque ha subido la materia prima, la luz, los impuestos, el teléfono y la gasolina (los salarios no, porque no ha habido aumento de productividad) y el empresario quiere seguir ganando su modesto 5% porque ya se sabe que los empresarios han venido a este mundo a sufrir, pues el precio de venta de cada producto será de 1.040 Euros. Cuando el empresario haya vendido todos los productos habrá ganado 5.200 Euros.
Resumiendo, el beneficio del empresario aumentó en 200 Euros, es decir un modesto 4% sobre el del año anterior.
- ¡Oiga, pero si no hubo aumento de la productividad!
- Ya, ¿y...?
Los salarios de los trabajadores no se incrementaron, porque no aumentó la productividad.
La inflación creció, pongamos que un 4%. Así que los trabajadores que el año anterior habían comprado bienes y servicios por importe de, digamos, 100 Euros este año sólo podrán. hacerlo por importe de 96 Euros, medidos en Euros constantes. Es decir, que habrán perdido un 4% de poder adquisitivo.
Pueden repetir estos cálculos durante varios años y verán que las cifras que salen harían feliz a mucha gente, aunque quizás no tanto a los trabajadores; pero ya se sabe que ésos individuos, además de siniestros, son insaciables y siempre quieren ganar más y más dinero para comprarse coches de lujo y yates y grandes casas, enviar a sus hijos a carísimas universidades privadas y legarles un vasto patrimonio. ¡Así, que se fastidien!
Por último, un ruego: Zapatero, por favor, sigue adelante, no te arredres, desconfía de los que dicen que no obras de acuerdo a los principios socialistas...
- ¿Prin... qué?
- ¡Ah!, perdona, había entendido principios.
- Pues eso.
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