Éste es el titular de una de las noticias de La Nueva España de hoy.
Como la desfachatez es gratis y algunos parecen haber nacido con cantidades infinitas de la misma, pues ahí tenemos a la leal oposición del municipio gijonés reclamando transparencia en la adjudicación de las entradas a las corridas de toros.
Y cuidado, que yo estoy a favor de que nos den esa información, pero también me gustaría que los ahora en la oposición (PSOE e IU) nos dijeran a quién se las adjudicaron ellos en los 32, 16, 8 ó, sin ir más lejos, 4 últimos años. ¡A mí que me registren!
A los del PP no vale la pena pedirles nada porque cuando estaban en la oposición parecían no enterarse de nada y ahora que quieren ser gobierno y oposición a la vez, no creo que les cunda mucho más.
Parece que en el Ayuntamiento de Gijón y en nuestro Principado de Asturias se va a instalar definitivamente la política ínfima en sustitución de la pequeña política que había hasta ahora.
La oposición, que debe ser acicate del gobierno, parece más interesada en conocer las propiedades de los concejales y de los diputados y cargos del gobierno asturiano que en contribuir a un buen gobierno de ambas administraciones.
Y repito que yo soy partidario de que se hagan públicos todos esos datos y los que hagan falta, pero también me gustaría saber muchas otras cosas. Por ejemplo, el número de altos cargos en las empresas públicas regionales y municipales y sus retribuciones a fecha del 22 de mayo de 2.011. Si lo prefieren, no es necesario que nos digan sus nombres, basta su titulación, experiencia profesional y su retribución bruta en estos últimos cuatro años.
Esta información no necesitan pedirla al gobierno, puede facilitarla la oposición (el PSOE e IU). ¿O ni siquiera ellos lo saben?
Al tiempo, pueden solicitar al partido en el gobierno que nos dé esa misma información al día de la fecha.
Pero no, es más divertido hablar de las propiedades que tienen unos y otros o marear la perdiz con las entradas de los toros. Tal parece que algunos están más preocupados porque ya no pueden ir a los toros por la cara que en cumplir con su función como oposición.
El espectáculo que están dando es lamentable, pero ¿qué ocurrirá cuando se acabe el verano y llegue el otoño y después el invierno, que no sólo van a ser las dos próximas estaciones, sino la forma metafórica de llamar a lo que nos espera?
Da miedo pensarlo, con tan ilustres políticos dando la talla de su inmensa incapacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario