La situación no puede ser más grave, pero aquí siguen sin querer decir la verdad, al menos no toda la verdad y los dirigentes de los partidos de gobierno y oposición luchan por mantener o alcanzar el poder en Galicia y el País Vasco.
En esta última comunidad una encuesta dice que a sus habitantes les preocupa más la situación económica que el terrorismo. No hace falta decir mucho más.
Mientras tanto cada partido juega sus bazas, diseña sus tácticas y pone en práctica las estrategias que les permitan mantener o mejorar sus cuotas de poder.
Nos estamos jugando el futuro, pero estamos viendo el partido desde la grada y los jugadores hace tiempo que están peleándose en las bandas y acosando al árbitro.
Estamos en situación de emergencia, pero no se toman otras medidas que seguir gastando, aumentar el déficit e hipotecar el futuro. La recuperación será, cuando lo sea, más lenta y menor por el peso aplastante de nuestra deuda que detraerá los recursos que entonces se necesiten.
El único gasto público indiscutible es el que se dedique a aliviar los efectos de la crisis en los que la sufren más directamente (hablo de los ciudadanos, no de las empresas, por si alguien tiene dudas) y el que venga a cubrir las deudas de los ayuntamientos y CCAA de manera que les permitan pagar a sus proveedores. Son muchos los millones que deben esas administraciones y que están llevando a la ruina a muchas pequeñas empresas y autónomos.
No pueden seguir mirando para otro lado. Los días de vino y rosas se han terminado y es el momento de hacer las cuentas y pagar las facturas.
Rodrigo Rato dijo ayer en Oviedo: "se están socializando las pérdidas, pero no se socializaron las ganancias". Rato no es sospechoso de ser un comunista desaforado, ni siquiera es socialista, pero la cosa es clara y en España más que en ningún otro sitio: La participación de las rentas del trabajo en el PIB ha pasado del 55% al 46%. Es decir que los pobres somos más pobres y los ricos más ricos y esto ha ocurrido cuando todos nos estábamos felicitando por lo bien que iba la economía y entre tanto nos endeudábamos hasta las cejas. Somos más pobres y tenemos más deudas. ¿Alguien da más?
Pero los ejecutivos de las grandes empresas han ganado fortunas con sus bonus anuales y sus stock options y ahora muchos de ellos se van a casa con millonarias indemnizaciones o con jubilaciones doradas. Mientras, los empresarios a los que hemos pagado la juerga y les estamos curando la resaca quieren mandarnos al paro con una mano delante y otra detrás porque ellos deben reestructurar sus empresas... Y lo acabarán consiguiendo.
Están por llegar los políticos que digan: muy bien, yo ayudo a su empresa, la saneo y la avalo, pero participaré en su capital y sus beneficios. ¡Noooo! ¡Por Dios! eso es intervencionismo y nuestros empresarios sólo quieren que el estado intervenga para darles subvenciones, para repartir los beneficios ya se arreglan ellos solos.
Pero qué podemos esperar de los políticos o tan siquiera de nosotros mismos. Éste es un titular de hoy:
"Quintana pagó 135.000 euros a dos diarios gallegos para que hablasen bien del BNG"
El titular debería añadir: Y los dos diarios los cobraron. Aunque tampoco habría estado mal que hubieran titulado "Dos diarios gallegos cobraron 135.000 euros a Quintana por hablar bien de él".
¿Alguien duda de cuáles son las causas de la crisis de los medios de comunicación tradicionales? Se están suicidando y a la vez se quejan de que se mueren.
Otro titular fue el de la detención del alcalde de Alcaucín y cómo sus convecinos le aplaudían y vitoreaban mientras era trasladado por la policía. Es la expresión actualizada del "vivan las caenas".
¡Así nos luce el pelo!
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