No entiendo a los
nacionalistas del PNV y CiU que le piden al nuevo rey que no sea «una
figura de cera que se pasea de evento en evento». Yo recuerdo cuando
era un joven al que explicaban que en Gran Bretaña había una
monarquía parlamentaria en la que la reina «reina pero no
gobierna». Yo vivía en una dictadura y no entendía para qué
servía una reina que no gobernaba en su reino, pero me parecía el
colmo de la modernidad.
Cuando ya un poco
mayor tuve la ocasión de votar la constitución de 1978 empecé a
sentirme un algo orgulloso de vivir en un país que empezaba a
parecerse a Gran Bretaña. También aquí tendríamos un rey que
reinaría pero no gobernaría. Ya comenzaba a entender un poco para
qué servía esa figura.
Han pasado 35 años
desde que se aprobó aquella constitución. El rey ha reinado pero no
gobernado, con luces y sombras, no seré yo quien defienda a capa y
espada a Juan Carlos I, pero sí puedo defender la institución que
ha representado, porque ha permitido el juego democrático y ha
limitado su papel al meramente institucional. Es decir, ha hecho, en
política, lo que debía hacer.
No digo, como
algunos monárquicos extraviados, que el rey nos ha dado la libertad
o la democracia. No lo digo porque no lo siento, porque no es cierto.
En todo caso nos habrá devuelto la libertad o la democracia. Pero no
nos la ha dado, era nuestra y nos la habían arrebatado.
Ahora los
republicanos quieren votar la forma de la jefatura del estado. Unos
dicen que, por su edad, no votaron en su día la constitución.
Otros, que la votaron, dicen que en aquellos tiempos no era una
votación totalmente libre porque las fuerzas de la dictadura aún
acechaban.
La constitución
prevé la forma de modificar la jefatura del estado, así que, los
que desean una república, ya saben como funciona la democracia:
deben conseguir la suficiente representación para llevarla a cabo en
las cortes. Lo demás son ganas de marear la perdiz.
Volviendo a los
nacionalistas y a las figuras de cera. ¿Aceptarían que el rey
dejara de ser una figura de cera para orientar la política hacia una
centralización de la administración? Seguro que eso ya no les haría
tanta gracia. Aunque un estado centralizado puede ser tan democrático
como otro que no lo es. ¿Acaso es menos democracia Francia que
Alemania?
Pero claro, PNV y
CiU quieren que el rey intervenga en la dirección que a ellos les
conviene y eso, queridos nacionalistas, es saltarse las reglas del
juego.
La figura del rey es
institucional y no debe apoyar las aspiraciones de ninguna Comunidad
Autónoma de diferente forma a como lo haría con otras.
El único riesgo
para la democracia de estos 35 años de constitución ha surgido de
la violación de la legalidad: terrorismo, golpe de estado,
corrupción, nepotismo...
La defensa de la
democracia se hace respetando la ley, no esquivándola. Y una forma
de respetarla es cambiándola de acuerdo con los mecanismos
previstos, no buscando atajos o subterfugios disfrazados de consultas
populares.